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Resuelve tus dudas más frecuentes sobre Canal de Isabel II y el agua de Madrid
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Tiene más de 170 años de historia y hoy por hoy abastece a más de 6,6 millones de madrileños. Canal es una empresa pionera y líder en su sector, además de un referente internacional por la calidad de su servicio, que abarca la captación, aducción, tratamiento, distribución, saneamiento, depuración y reutilización del agua.
Las aguas superficiales se almacenan en una red de 13 embalses situados en las cuencas de seis ríos de la sierra de Guadarrama. Su capacidad máxima de almacenamiento es de 944 hectómetros cúbicos, casi el doble de la cantidad de agua que consume toda la Comunidad de Madrid en un año. Con esa cantidad de agua se podrían llenar 940 estadios de fútbol como el Santiago Bernabéu.
Si pusiéramos en línea recta todas las conducciones que llevan el agua hasta los usuarios, podríamos llevar el agua de Madrid hasta Australia.
La capacidad de tratamiento de las estaciones de Canal es de 4,55 hectómetros cúbicos al día. La mayor de las 14 estaciones potabilizadoras es la de Colmenar, con capacidad para tratar hasta 16.000 litros de agua por segundo. La ETAP más longeva de la Comunidad de Madrid es la de Torrelaguna, que entró en funcionamiento en 1967.
Preoxidación; coagulación y floculación; decantación; filtración; neutralización; y desinfección final son las fases por las que pasa el agua en las estaciones potabilizadoras. Puedes conocer más al detalle cada proceso en el apartado del ciclo integral del agua.
Las 155 EDAR forman parte de un conjunto de instalaciones encargadas del saneamiento de las aguas residuales. Este complejo sistema está compuesto por redes de saneamiento y alcantarillado municipal (colectores y emisarios), estaciones de bombeo de aguas residuales, tanques de tormentas y las propias estaciones depuradoras de aguas residuales. En total, la red de saneamiento cuenta con más de 16.000 kilómetros y es capaz de depurar hasta 3,20 hectómetros cúbicos diarios. Este proceso de saneamiento cumple una misión fundamental para el medio ambiente, pues el agua se devuelve en condiciones óptimas a los ríos y, además, puede aprovecharse y ser reutilizada para diversos usos no relacionados con el consumo humano.
La reutilización es un proceso a través del cual se da al agua depurada un tratamiento adicional que permite aprovecharla para usos industriales, para limpieza de calles y para riego de zonas verdes. Gracias a la reutilización, se da una nueva vida al agua depurada y se evita destinar agua potable a estos usos. En la actualidad, Canal de Isabel II cuenta con 33 plantas de reutilización y una red de agua regenerada de 744 kilómetros.
Los tanques de tormentas son enormes depósitos subterráneos que almacenan las primeras aguas de lluvia, que además son las más contaminantes porque arrastran toda la suciedad acumulada en los espacios públicos. Así, además, evitan que las depuradoras sobrepasen su caudal máximo y tengan que verter el excedente, sin tratar, a los cauces receptores. Canal de Isabel II tiene repartidos más de 70 tanques de tormentas que recogen el agua de las lluvias antes de ser tratada. Entre todos pueden almacenar más de 1,40 hectómetros cúbicos. El mayor de ellos se encuentra bajo el campo de prácticas de golf del Club de Campo Villa de Madrid. Este depósito, el tanque de tormentas más grande del mundo, puede almacenar hasta 400.000 metros cúbicos de agua, ocho veces más que el estanque de El Retiro.
121,22 son los litros de agua que consume de media al día cada ciudadano de la Comunidad de Madrid. Los madrileños han ido reduciendo este consumo a lo largo de los últimos años. Y es que, en términos anuales, el consumo de agua en la región ha bajado de los 500 hectómetros cúbicos, cifra que queda lejos de los 610 del año 2005. Si en nuestro día a día incorporamos pequeños gestos responsables, esta cifra puede incluso seguir bajando.
Esto es debido a varios factores. Por un lado, las fuentes de abastecimiento, en la Sierra Norte de Madrid, se encuentran situadas en zonas graníticas, por lo que la salinidad del agua es muy baja y su sabor resulta muy agradable. Además, en Canal cuidamos la calidad del agua desde el origen, ya que se analiza en los propios embalses y se deriva para su consumo la de mejor calidad disponible en cada momento. Esta calidad en el origen, junto con los avanzados procesos de potabilización que se le aplican, y los continuos controles de calidad, garantizan a todos los madrileños que el agua que sale por sus grifos sea de una calidad excelente.
Fruto de la aplicación de un estricto programa de vigilancia del agua potable, Canal realiza más de nueve millones de análisis de agua potable al año para garantizar su calidad cuando esta llegue al cliente. El programa está diseñado para vigilar la calidad del agua destinada al consumo humano, antes y después del proceso de tratamiento y durante su distribución a los usuarios. Permite mantener un sistema de alertas permanente, mediante una red de estaciones de vigilancia automática (EVA) que avisa en tiempo real de cualquier anomalía.
El sistema de telecontrol permite conocer en tiempo real la situación hidráulica de las infraestructuras de captación, distribución y saneamiento; el estado de la calidad de las aguas y otros parámetros importantes para la gestión del ciclo integral del agua, así como, incluso, maniobrar las infraestructuras de manera remota. Con casi 30.000 sensores, y soportado por una red de telecomunicaciones de última generación, el sistema de telecontrol de Canal, que se puso en marcha en 1955 y hoy es uno de los más innovadores del mundo, es una herramienta fundamental de supervisión de las infraestructuras de todas las fases del ciclo integral del agua.
La Comunidad de Madrid es la región española donde menos agua envasada se consume. Según datos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, en 2022 cada madrileño consumió de media 19,6 litros de agua embotellada, una cifra muy por debajo del resto de Comunidades Autónomas, que tienen un consumo medio de unos 64,3 litros por habitante y año. Esta firme apuesta por el consumo del agua del grifo en Madrid se debe, en parte, a su extraordinaria calidad, ya que es cuidada y controlada con esmero desde su origen hasta su distribución a los usuarios.
Las toallitas húmedas, así como todos los residuos sólidos que se arrojan equivocadamente por el váter, tardan tanto en descomponerse que causan graves atascos tanto en las instalaciones particulares como en la red de alcantarillado y en las depuradoras. Mientras que el papel higiénico se deshace a los pocos minutos de arrojarlo por el inodoro, no ocurre lo mismo con las toallitas ni con los elementos de higiene femenina, los bastoncillos, los preservativos, etc. Además de los sobrecostes en depuración, tirar estos residuos por el váter puede ocasionar graves problemas ambientales y, en general, usar el inodoro como papelera supone también gastar más agua.
10 COMPROMISOS CLAROS COMO EL AGUA DE MADRID
Porque queremos hablarte claro y ofrecerte más soluciones para tus necesidades, hemos dado un paso más en nuestra relación contigo. Asumimos 10 compromisos con los que continuar prestándote un servicio de calidad, justo y transparente.
CANAL EN 60 SEGUNDOS
El cuidado de nuestros ríos empieza en las depuradoras y continúa en nuestro laboratorio de Majadahonda, donde analizamos el agua que devolvemos a los cauces. Julio Rodrigo nos explica en qué consiste el análisis de las aguas depuradas y por qué es tan importante para el medio ambiente.