DE LAS PALOMAS MENSAJERAS AL TELÉFONO: LA HISTORIA DE LA PRIMERA LÍNEA TELEFÓNICA QUE INSTALÓ CANAL

DE LAS PALOMAS MENSAJERAS AL TELÉFONO: LA HISTORIA DE LA PRIMERA LÍNEA TELEFÓNICA QUE INSTALÓ CANAL

DE LAS PALOMAS MENSAJERAS AL TELÉFONO: LA HISTORIA DE LA PRIMERA LÍNEA TELEFÓNICA QUE INSTALÓ CANAL

La compañía adquirió en 1882 su primer teléfono, que permitía comunicar el depósito del Campo de Guardias con el embalse de El Villar, a 80 kilómetros de distancia


La línea tenía tramos escalonados con estaciones intermedias en El Bodonal y Torrelaguna

Cuando en 1854 el italiano Antonio Meucci inventó el teléfono, que diecisiete años más tarde patentaría Graham Bell, el propósito inicial del instrumento era relativamente simple: conectar el despacho de Meucci, en la planta baja de su domicilio de Nueva York, con el dormitorio del segundo piso donde permanecía inmovilizada su mujer a causa del reumatismo. 

En España, la primera comunicación telefónica tuvo lugar en 1877 entre dos salas de la Escuela de Ingenieros Industriales de Barcelona. El teléfono llegaría a Madrid en enero de 1878. Comunicaba el edificio de Telégrafos con el Ministerio de Guerra y, más tarde, el Palacio Real de la capital con el de Aranjuez. 

Canal de Isabel II adquirió su primer teléfono en 1882, cuando quedó establecida la línea entre las oficinas de Madrid y la presa de El Villar, a 80 kilómetros de distancia. La revista de la época Escenas Contemporáneas anunció este hito con las siguientes palabras: «El ingeniero director del Canal de Isabel II, don Luis Villademoros, ha instalado un teléfono que une la casa del primer depósito del Campo de Guardias con la presa de El Villar».

La línea tenía tramos escalonados con estaciones intermedias en El Bodonal y Torrelaguna. El proyecto de la obra requirió un presupuesto de casi 24.000 pesetas. La empresa compró un teléfono para cada una de las estaciones, partida a la que destinó otras 3.500 pesetas aproximadamente. La utilidad del invento de Meucci, en cualquier caso, bien merecía tal inversión. «Con este teléfono no solo se oyen claramente las órdenes que se transmiten, sino que se conoce perfectamente el timbre de voz», reflejaba la misma publicación.

La nueva vía de comunicación tuvo gran impacto en la gestión que acometía la compañía. Agilizar el trasvase de información entre las instalaciones ya era, per se, un enorme avance. Pero además, el uso del teléfono repercutía directamente en el abastecimiento. «El señor Villademoros ha prestado un señalado servicio al vecindario de Madrid porque con la instalación del teléfono se evitará en lo posible que las aguas vengan turbias a los depósitos», sentenciaba la prensa. 

La puesta en servicio de la primera línea telefónica en el seno de Canal alivió las penurias que padecían muchos de los guardas de la compañía. En no pocas ocasiones, estos trabajadores debían recorrer a pie distancias de varios kilómetros con el único fin de entregar y recibir los partes, órdenes, oficios y correspondencia.

Hasta la instalación del teléfono, este sistema de transmisión cara a cara alternó con la utilización de palomas mensajeras, que también fueron usadas como vía de comunicación para informar sobre el estado de las obras durante la construcción del Pontón de la Oliva y del canal primitivo.