Canal de Isabel II supera el medio millón de contadores de agua conectados a su sistema de telelectura
Canal de Isabel II supera el medio millón de contadores de agua conectados a su sistema de telelectura
Canal de Isabel II supera el medio millón de contadores de agua conectados a su sistema de telelectura
2024-07-16
La compañía prevé implantar esta tecnología a todos los contadores de la región, más de 1,6 millones, en los próximos dos años
• Además de recibir avisos alertando de posibles fugas, los clientes pueden ahora configurar sus propias alarmas personalizadas en caso de no llegar o superar un volumen de agua consumido
• Los más de 15.000 avisos por posibles fugas en instalaciones interiores han supuesto un ahorro de 2,7 hectómetros cúbicos de agua
• Países punteros en gestión inteligente del agua, como EEUU o Singapur, se han interesado por este avance
El servicio de telelectura de agua de Canal de Isabel II llega ya hasta más de 500.000 puntos de suministro en la Comunidad de Madrid, lo que supone aproximadamente un tercio del total de los clientes de la empresa. La instalación de contadores con tecnología de telelectura, que registran una medición automática cada hora, en lugar de la realizada por un lector de forma presencial cada dos meses, permite a la empresa pública realizar una gestión más eficiente y personalizada del recurso, ya que multiplica por 1460 los datos de consumo disponibles y agiliza el tiempo de detección de anomalías. El objetivo de Canal es que al finalizar 2026, el 100 % de los contadores estén ya conectados al sistema de telelectura: un total de 1,6 millones.
Una fuga de agua en la instalación particular de un domicilio puede ser inapreciable, por lo que, en muchas ocasiones, esos escapes interiores no se descubren hasta la emisión de la siguiente factura. Sin embargo, el análisis de los datos transmitidos por los contadores inteligentes permite ahora a Canal de Isabel II alertar a los usuarios cuando se producen ciertos patrones de consumo que resultan sospechosos: por ejemplo, cuando hay consumo continuado las 24 horas del día, algo inusual en un hogar.
Así, desde que hace un año pusiera en marcha los avisos proactivos a clientes por posibles incidencias en sus instalaciones interiores, Canal de Isabel II ha avisado de aumentos de consumo continuados y, por tanto, propios de una fuga de agua a más de 15.000 usuarios: viviendas, comercios, industrias, etc. Estos avisos, que Canal realiza gracias a la información que ofrece la tecnología de telelectura, han supuesto un ahorro aproximado de 2,7 hectómetros cúbicos de agua, el equivalente a más de 8 veces el volumen de la Torre Picasso.
Ahora, a este servicio se le suma la posibilidad de que los usuarios configuren sus propias alarmas, tanto por superar un nivel de consumo de agua diario u horario, como por no alcanzar un consumo diario establecido por el usuario. Estas alarmas permiten así a los usuarios darse cuenta de manera inmediata de si hay un consumo en un momento en que no debiera haber nada (por ejemplo, si está de vacaciones), o, todo lo contrario, si deja de haberlo a pesar de haber gente en la vivienda.
Esta funcionalidad tiene especial importancia en casos de personas mayores o dependientes, ya que, si se configura un umbral mínimo de consumo diario compatible con duchas, cisternas, electrodomésticos, etc., Canal avisaría automáticamente a los contactos indicados en caso de que no se alcanzara, lo que podría ser indicativo de posibles accidentes o incidencias en el domicilio.
Tanto la instalación de contadores con telelectura como el sistema de alertas no supone coste adicional alguno para los clientes. Además, en la Oficina Virtual de Canal los usuarios que disponen de este servicio pueden controlar su consumo por horas, días, semanas, meses... El acceso a esta información más detallada suele traducirse en la adopción de medidas de ahorro.
Asimismo, los datos aportados por la telelectura posibilitan una gestión si cabe más eficaz de la red de abastecimiento de la región, que tiene cerca de 18.000 kilómetros y está dividida en más de 700 sectores. Este sistema de referencia mundial es fundamental de cara a continuar mejorando la gestión de un recurso escaso y muy valioso. Por esta aplicación han mostrado interés países tan punteros en el sector como Estados Unidos o Singapur.
CÓMO FUNCIONA LA TELELECTURA
Los contadores de agua de última generación son capaces de recopilar y compartir información diariamente. Para ello, al igual que los móviles, necesitan conectividad y cobertura. El internet de las cosas (IoT) es la tecnología que permite interconectar estos dispositivos y los sistemas de información.Por su lado, el big data consigue procesar y analizar datos masivos de multitud de fuentes (entre ellas, los dispositivos de IoT) con el fin de extraer su valor para convertirlos en conocimiento.
La nueva conectividad NB-IoT descansa sobre las redes de telefonía móvil y aporta ventajas adicionales, ya que permite más alcance y penetración de las comunicaciones en lugares donde la cobertura convencional no suele estar disponible, como sótanos, arquetas o cuartos de contadores. A través de esta tecnología, se logra la telelectura de los contadores de forma remota y automática.
Para Canal de Isabel II, la telelectura de contadores es una herramienta fundamental de cara a reforzar el compromiso y la cercanía con sus clientes, ya que le permite ofrecer un mejor servicio y mejorar, a su vez, la gestión del recurso.
10 COMMITMENTS AS CLEAR AS MADRID'S WATER
As we want to speak to you clearly and offer you more solutions for your needs, we have taken another step in our relationship with you. We assume 10 commitments with which to continue providing you with a quality, fair and transparent service. 10 commitments as clear as the water of Madrid.
CANAL IN 60 SECONDS
The care of our rivers begins in thewaste water treatment plants and continues in our laboratory in Majadahonda, where we analyze the water that we return to the rivers. Julio Rodrigo explains what the analysis of treated waste water consists of and why it is so important for the environment.