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Canal de Isabel II ha retirado este año más de 1.500 toneladas de residuos en aliviaderos de la red de saneamiento

Canal de Isabel II ha retirado este año más de 1.500 toneladas de residuos en aliviaderos de la red de saneamiento

2024-11-19

El consejero delegado de la compañía ha visitado en Rivas Vaciamadrid un aliviadero que cuenta con un sistema de retención de desechos sólidos


•    La empresa pública está instalando sistemas de retención para evitar verter a los cauces elementos sólidos tras episodios intensos de lluvia
•    Cada año llegan a las estaciones de depuración de la Comunidad de Madrid más de 30.000 toneladas de residuos sólidos indeseados
•    A través de la campaña “Encesta las toallitas en la papelera”, Canal recuerda que solo el papel higiénico debe desecharse por el váter
•    Si se arrojan por el inodoro, las toallitas pueden ocasionar graves atascos en las redes interiores de las viviendas y en el alcantarillado


Canal de Isabel II ha retirado en lo que va de año más de 1.500 toneladas de residuos sólidos que nunca debieran haberse incorporado al agua residual y que, previamente, había logrado atrapar en distintos puntos de la red de saneamiento de la región. Especialmente en aliviaderos y en la salida de grandes colectores, la empresa pública está instalando rejas, cestas de nailon y otros sistemas de retención que evitan contaminar los ríos tras episodios intensos de lluvia.

El consejero delegado de la compañía, Mariano González, ha visitado esta mañana uno de estos aliviaderos: ha sido en Rivas Vaciamadrid, junto al cauce del río Manzanares, donde ha presenciado cómo, mediante cestas de nailon, se retienen toallitas, elementos de limpieza masculina y femenina, y otros residuos sólidos no biodegradables. Una vez que estas redes se llenan de desperdicios, se recogen, se envían a vertedero y se sustituyen por unas nuevas mallas que volverán a actuar como un escudo protector, principalmente durante episodios de precipitaciones.

En tiempo seco, las aguas residuales se transportan directamente a las plantas de depuración para su saneamiento. En momentos de fuertes lluvias, sin embargo, el caudal excedente que circula por la red de alcantarillado, si no puede almacenarse previamente en tanques de tormentas, se evacúa directamente a los cauces a través de los aliviaderos. Dado que el agua de escorrentía arrastra gran cantidad de residuos sólidos, instalar elementos de retención supone una solución paliativa para impedir vertidos de estos productos a los ríos.

La red de saneamiento de la Comunidad de Madrid recorre unos 15.000 kilómetros y cuenta con aproximadamente 1.200 aliviaderos. Canal de Isabel II ya ha equipado casi 300 de estos puntos con mallas, rejas y otros dispositivos de contención. Cualquiera de estos sistemas se coloca siempre dejando un hueco libre en la conducción de desagüe, de tal forma que permita pasar el agua cuando las cestas estén colmatadas. Estas redes retienen desechos sólidos: buena parte son toallitas húmedas, productos de higiene personal, colillas y otros residuos domésticos arrojados indebidamente al retrete o a la calzada.

CAMPAÑA DE CONCIENCIACIÓN “ENCESTA LAS TOALLITAS EN LA PAPELERA”

Los desperdicios retirados en aliviaderos representan, sin embargo, una pequeña parte de los residuos con los que debe batallar constantemente la empresa pública de agua. Cada año llegan a sus estaciones de depuración más de 30.000 toneladas de toallitas húmedas y otros sólidos que se han desechado incorrectamente y han acabado en estas instalaciones de saneamiento.

Para concienciar y sensibilizar sobre esta problemática, Canal de Isabel II ha lanzado la campaña “Juega limpio: encesta las toallitas en la papelera”, en la que advierte a la ciudadanía de las devastadoras consecuencias que acarrea utilizar el inodoro como cubo de basura. Este hábito puede causar serios daños tanto en las instalaciones interiores de las viviendas como en la red de alcantarillado general, y especialmente en las depuradoras, unas infraestructuras vitales para la salvaguarda de los ecosistemas acuáticos. 

La composición de las toallitas hace que tarden demasiado tiempo en deshacerse. A diferencia del papel higiénico, que en poco tiempo se disuelve por completo, las toallitas no se degradan lo suficientemente rápido y llegan intactas a las plantas de depuración, donde se pueden enmarañar en rejas, tamices y bombas. A la posibilidad de que estos elementos queden fuera de servicio cabe añadir otro riesgo: el que sufren los operarios encargados de desatascar los equipos afectados.

LA SOLUCIÓN ESTÁ EN EL ORIGEN

Canal de Isabel II ha cuantificado en una cifra media de 3,5 millones de euros el sobrecoste anual que supone lidiar con estos vertidos a la red de saneamiento. Este importe incluye los costes de retirada, los costes extra de mano de obra para la limpieza de las bombas, la reposición de las que quedan inoperativas y el incremento en la factura energética.

A ello hay que sumar las inversiones realizadas en las depuradoras para que estos residuos no comprometan el funcionamiento de estas instalaciones, fundamentales para la salud pública y la calidad ambiental de los ríos. Canal invirtió en 2023 más de 5 millones de euros en equipamiento específico para controlar estos residuos, y ya están previstas inversiones por un importe similar para ejecutarse próximamente.

En este contexto, y aunque las rejas, tamices, mallas y demás sistemas de retención ayuden a contener la contaminación, Canal insiste en que se trata de remedios paliativos. La solución definitiva está en el origen: en depositar las toallitas y los residuos sólidos urbanos en la papelera o en el cubo de basura. Por el váter, además de orina y heces, únicamente se debe desechar papel higiénico.