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DE MADRID Y DEL GRIFO
En nuestro blog encontrarás consejos para ahorrar agua y conocerás cómo trabajamos para llevarla con la mejor calidad hasta tu grifo en Madrid
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VIAJE A LOS ORÍGENES DEL CANAL DE ISABEL II
VIAJE A LOS ORÍGENES DEL CANAL DE ISABEL II
Cada 24 de junio celebramos el aniversario de la traída de las aguas del río Lozoya a la capital, una proeza de la ingeniería que cambió por completo la historia de Madrid
Que salga agua cada vez que abrimos el grifo es algo que en nuestros tiempos entendemos como cotidiano, para nada fuera de lo común. Sin embargo, hasta hace apenas 200 años la escasez de agua era uno de los principales problemas de Madrid, que impedía que la ciudad creciese y amenazaba su futuro como capital de España. Hay que remontarse hasta la primera mitad del siglo XIX para encontrar la solución a este problema.
Por aquel entonces, Madrid tenía más de 220.000 habitantes que aún se abastecían a través de los viajes del agua, unas captaciones subterráneas que eran insuficientes para esa población (proporcionaban uno 7 litros por habitante al día). Además, la ciudad comenzaba a padecer importantes problemas de salubridad por la falta de limpieza y la escasez de agua.
Tras varios años recabando proyectos que paliasen esta escasez, el extremeño Juan Bravo Murillo, presidente del Consejo de Ministros bajo el reinado de Isabel II, encargó la obra de traída de las aguas a los ingenieros Juan Rafo y Juan de Ribera. Ese es el germen de nuestra empresa, que fue creada mediante el Real Decreto el 18 de junio de 1851. En el decreto se disponía la construcción de un embalse y de un canal de más de 70 kilómetros de longitud que llevase hasta Madrid el agua del río Lozoya. La traída de las aguas se materializó el 24 de junio de 1858.
Desde su planteamiento inicial, el proyecto para abastecer de agua a Madrid supuso todo un reto: se decidió levantar una presa de gravedad de 27 metros de altura y 72,4 metros de longitud, el Pontón de la Oliva, además del mencionado canal para transportar el agua y de un depósito de 48.000 metros cúbicos. El proyecto se planificó con tanto margen que era más que suficiente para abastecer a cinco veces la población existente en ese momento.
El 11 de agosto de 1851, el rey consorte, Francisco de Asís, colocó la primera piedra de la presa del Pontón de la Oliva, dando inicio oficial a las obras. En su momento, la construcción de la presa y el canal fue la mayor obra hidráulica de Europa (se necesitó el trabajo de 2.000 obreros). Aunque en su época se le tachó de fantástico, el proyecto tenía tal visión de futuro que, en la actualidad, siguen funcionando algunas de las instalaciones originales.
Sea como fuere, las obras llegaron a buen puerto. La ceremonia de la llegada de las aguas hasta la calle ancha de San Bernardo, donde se instaló una fuente con un surtidor de gran altura, se vivió con auténtico entusiasmo. Con la ciudad engalanada para la ocasión, tuvo lugar una verbena festiva donde la reina Isabel II y su comitiva fueron aclamados por el pueblo madrileño. Las abundantes y claras aguas del Lozoya cambiaron totalmente la vida en la ciudad y propiciaron su desarrollo: se crearon fuentes y parques públicos, las calles pasaron a estar más limpias y descendió muy considerablemente el número de epidemias y enfermedades.
TANQUES DE TORMENTAS: PROTECTORES DE LOS RÍOS
TANQUES DE TORMENTAS: PROTECTORES DE LOS RÍOS
Los tanques de tormentas cumplen un cometido esencial: almacenan las primeras aguas de lluvia y regulan su paso hacia las depuradoras
Estamos acostumbrados a que, en días de lluvia, el agua precipite desde el cielo empapando las calles. Pero ¿dónde va a parar ese torrente que es absorbido por las alcantarillas? Por regla general, a las depuradoras. Pero el sistema de saneamiento de Madrid, además, cuenta con un paso intermedio: los tanques de tormentas, que retienen las aguas de lluvia y regulan su paso hacia las estaciones de depuración.
Los tanques de tormentas son unos enormes depósitos subterráneos creados para almacenar las primeras aguas de lluvia. En días de precipitaciones intensas, el agua se cuela a raudales por las alcantarillas, pero debido a su enorme volumen, no puede ser depurada inmediatamente. Por este motivo, estas aguas esperan en los tanques de tormentas hasta que deja de llover. Es entonces cuando se conducen gradualmente a las estaciones de depuración. Con ello, no solo se evita la contaminación de los ríos, sino que, además, se impiden posibles inundaciones y daños ambientales.
Reservar las aguas pluviales hasta que puedan ser depuradas tiene, además, un valor añadido. Y es que las primeras aguas de lluvia son las más contaminantes, en tanto que arrastran consigo toda la suciedad acumulada en las calles y el asfalto, sin olvidar los metales de la atmósfera. De esta forman, las deposiciones de mascotas, los aceites de vehículos o los desechos sólidos que hay en el suelo son empujados por la lluvia hacia la red de alcantarillado. Teniendo en cuenta estos condicionantes, un estudio de Canal de Isabel II ha detectado que, en algunos puntos, el agua precipitada durante la primera hora de lluvia es más contaminante incluso que el agua residual en tiempo seco.
Además, antes de llegar a los tanques, pasa por una serie de filtros que permite retener los residuos de mayor tamaño. Otros muchos de los objetos sólidos que llegan con el agua pluvial quedan acumulados en el fondo del tanque. Posteriormente se retiran mediante distintos sistemas de limpieza.
En Canal de Isabel II gestionamos más de 70 tanques de tormentas que reservan el agua de las lluvias antes de ser depurada. Entre todos pueden almacenar 1,42 hectómetros cúbicos. Dos de los mayores tanques de tormentas del mundo se encuentran igualmente en Madrid capital. Se trata de las instalaciones de Arroyofresno y Butarque. Cada uno puede almacenar hasta 400.000 metros cúbicos de agua, ocho veces más que el estanque de El Retiro.
Gracias a tanques de tormentas como estos, las primeras aguas de lluvia son retenidas en el subsuelo hasta que las depuradoras van teniendo capacidad para tratarlas. Una vez depurada, el agua puede ser vertida de nuevo a los ríos en las mejores condiciones sin que suponga una amenaza ecológica para el caudal.
En el vídeo que cierra este artículo podrás conocer la red de tanques de tormentas de la ciudad de Madrid y adentrarte en el interior del mayor de todos ellos: el de Arroyofresno. Ubicado en la zona noroeste de la ciudad, en el interior del Club de Campo Villa de Madrid, tiene unos 35.000 metros cuadrados de superficie y 22 metros de profundidad (como un edificio de 6 plantas). Es más, toda la instalación representa un volumen total de construcción subterránea de cerca de 750.000 metros cúbicos, de los cuales 400.000 están destinados al almacenamiento de agua. El recinto cuenta con 267 pilotes de enorme grosor.
El agua de lluvia llega a este tanque a través de un único colector de más de 3 kilómetros de longitud que pasa por debajo del río Manzanares y de grandes infraestructuras como la M-30. Sin embargo, lo que más impresiona es su diámetro de casi 7 metros, que permite un caudal de agua de hasta 100 metros cúbicos por segundo, 30 veces más que el caudal medio del río Manzanares.
SOLO EL PAPEL HIGIÉNICO PUEDE TIRARSE POR EL VÁTER
SOLO EL PAPEL HIGIÉNICO PUEDE TIRARSE POR EL VÁTER
Las toallitas húmedas no son desechables, por lo que, una vez usadas, su destino debe ser siempre la papelera o el cubo de basura
Las toallitas húmedas que se arrojan por el inodoro se han convertido en una de las principales amenazas para las redes de saneamiento, tanto generales como particulares.
Si se tiran por el váter, acaban enmarañándose y ocasionando enormes tapones en colectores, arquetas o estaciones depuradoras, algo que debemos erradicar entre todos. La solución es sencilla: una vez usadas, hay que tirar las toallitas a la papelera o al cubo de basura.
¿SABES POR QUÉ LAS TOALLITAS NUNCA DEBEN TIRARSE AL VÁTER?
EL INGRATO VIAJE DE UNA TOALLITA TIRADA AL INODORO
El viaje que emprende una toallita, junto al resto de residuos, cuando es arrojada por el inodoro, la lleva por las tuberías interiores de las viviendas, donde se pueden producir atascos, sobre todo si también se vierten detergentes y otros elementos que contribuyen a que se formen acumulaciones de mayor volumen. Posteriormente, discurren por la red de alcantarillado y las instalaciones de bombeo de aguas residuales. Finalmente, llegan a las depuradoras.
Su composición hace que tarden demasiado tiempo en deshacerse, a diferencia del papel higiénico, que al cabo de media hora se ha disuelto casi al cien por cien. Las toallitas, por el contrario, necesitan un par de días para deshacerse apenas un 36 %. Por eso, llegan prácticamente intactas a las depuradoras, acumulándose en las rejas de llegada y en las bombas, especialmente en época de lluvias. Desde allí, una vez retiradas, se llevan a los vertederos.
Este hábito puede causar serios daños no solo en instalaciones interiores de las viviendas y en infraestructuras hidráulicas, sino, por supuesto, en el medioambiente, ya que las bombas que impulsan el agua residual dentro de las depuradoras pueden dejar de funcionar y, en un caso extremo, la planta podría quedar inoperativa. Además, los operarios que trabajan en estas instalaciones y en las redes de saneamiento se ven sometidos a riesgos laborales importantes cuando tienen que desatascar conducciones, bombas u otros elementos para garantizar su correcto funcionamiento.
TIRITAS, BASTONCILLOS, COMPRESAS... TAMBIÉN A LA PAPELERA
Lamentablemente, no se trata solo de toallitas húmedas. Hay otros muchos residuos que acaban irresponsablemente en el retrete, en lugar de hacerlo en la papelera o el cubo de basura: tiritas, compresas, algodones, mascarillas, preservativos o bastoncillos son solo algunos ejemplos. La acumulación de todos ellos en las depuradoras, de donde hay que retirarlos, acaba engendrando una masa de residuos tan desagradable como la que se aprecia en el vídeo.
Por tanto, hacer una correcta gestión de los residuos domésticos es indispensable. Si tenemos en cuenta que al cabo del año podemos retirar de nuestras depuradoras hasta 30.000 toneladas de residuos sólidos, obtendremos que, de media, cada madrileño vierte anualmente por el váter casi 4 kilos; una cifra desorbitada.
En términos económicos, lidiar con estos vertidos indeseados a la red de saneamiento entraña unos costes estimados superiores a los 3 millones de euros al año. Este importe incluye los costes de retirada, los costes extra de mano de obra para la limpieza de las bombas, la reposición de las que quedan inoperativas y el incremento en la factura energética. Y esto solo en la Comunidad de Madrid. A nivel nacional, según datos de la Asociación Española de Abastecimiento de Aguas (AEAS), la retirada de estos vertidos supone un sobrecoste de 200 millones de euros.
Al coste económico cabe añadir el impacto que generan estos residuos en el medioambiente, pues los microplásticos que contienen (principalmente los bastoncillos) pueden fragmentarse, traspasar los filtros de las depuradoras y llegar a contaminar nuestros ríos y las especies que viven en ellos. Igualmente, como anticipábamos al principio, la acumulación de estos residuos no deseados puede dejar fuera de servicio las depuradoras y provocar que el agua vuelva a los cauces sin ser tratada. En manos de todos está evitar que esto suceda.
En definitiva, es importante que tomemos conciencia de esta problemática para poder combatirla. Se trata de recordar que por el váter únicamente se deben depositar tres cosas: orina, heces y papel higiénico. Por sus siglas en inglés (pee, poo and paper), a esta regla se la conoce internacionalmente como la triple P o PPP.
MALLAS DE NAILON QUE ATRAPAN RESIDUOS EN ALIVIADEROS
MALLAS DE NAILON QUE ATRAPAN RESIDUOS EN ALIVIADEROS
Cada vez más aliviaderos de la red de alcantarillado cuentan con sistemas de retención de residuos que evitan contaminar los cauces con los desechos que arrastran las lluvias durante los episodios de precipitaciones intensas
En la margen izquierda del arroyo Humanejos, a su paso por Parla, 14 cestas de nailon atestadas de porquería yacen en un aliviadero al borde del cauce. Embutidas dentro de estas mallas hay hojas de árboles, decenas de toallitas apelmazadas y, en general, desechos de todo tipo y condición.
Toneladas de basura habrían acabado en este afluente del Tajo de no ser por estas telarañas diseñadas específicamente para retener residuos. Son sustituidas por unas limpias cada vez que se llenan: normalmente tras episodios de lluvias intensas que sobrecargan la red de alcantarillado y que arrastran consigo oleadas de suciedad.
A grandes rasgos, «el 60 % de los residuos que retenemos de esta forma en los aliviaderos proviene del lavado de las calles y el resto, de las viviendas; por eso es muy importante concienciar de que, ya sea en nuestra casa o en la vía pública, hay que usar las papeleras o el cubo de basura para desechar los residuos sólidos; solo así podemos ayudar a nuestros ríos», defiende Manuel Rodríguez, subdirector de Conservación de Infraestructuras de Canal.
Las precipitaciones intempestivas son las que normalmente ponen en jaque al sistema de drenaje y saneamiento de las ciudades. «En tiempo seco, las aguas residuales van a parar directamente a las depuradoras, pero en tiempo de lluvia, el caudal excedente que circula por la red de saneamiento, si no puede almacenarse previamente en tanques de tormentas, se evacúa directamente a los cauces a través de los aliviaderos», recalca el técnico.
Ya sea por los sedimentos depositados en los colectores o por los sólidos desechados incorrectamente en la superficie, el agua de lluvia provoca un barrido que arrastra gran cantidad de residuos: productos de higiene personal, botellas, colillas... frenarlos a tiempo antes de que lleguen a los ríos representa un gran desafío. «El sistema más efectivo son los tanques de tormentas, pero requieren mucho terreno para poder construirse y exigen una gran inversión», admite Rodríguez. En su defecto, instalar elementos de retención en los aliviaderos supone una solución más sencilla y económica para impedir vertidos contaminantes.
OBJETIVO: PROTEGER MÁS DE MIL ALIVIADEROS
La red de alcantarillado que gestiona Canal en la Comunidad de Madrid recorre unos 15.000 kilómetros y cuenta con aproximadamente 1.200 aliviaderos. La empresa pública ya ha empezado a equipar muchos de ellos. «Nuestra idea —explica el subdirector— es instalar elementos de retención en todos los aliviaderos, ya sean mallas, rejas o rototamices que devuelven los residuos al colector».
Cualquiera de estos sistemas se coloca siempre dejando un hueco libre en la parte superior de la conducción de desagüe, de tal forma que permita pasar el agua cuando las cestas están colmatadas.
Cada una de las catorce redes instaladas en el arroyo Humanejos mide dos metros de largo, tiene 30 centímetros de diámetro y puede retener unos 300 kilos de residuos. Pese a su capacidad, se llenan y han de cambiarse con cierta frecuencia, especialmente en épocas húmedas.
En cualquier caso, por mucho que estos sistemas de retención eviten contaminar los cauces, no dejan de ser remedios paliativos. La solución definitiva está en el origen porque, como apunta Manuel Rodríguez: «Estos residuos no se generan espontáneamente en los colectores». Para el técnico, la clave está en la educación ambiental y en entender que el cuidado de los ríos empieza en nuestra casa.
PRIMER DEPÓSITO ELEVADO: HISTORIA DE UN SÍMBOLO DE CANAL
PRIMER DEPÓSITO ELEVADO: HISTORIA DE UN SÍMBOLO DE CANAL
Construido a principios del siglo XX, el Primer Depósito Elevado cumplió con un cometido esencial en aquella época: llevar el agua a los nuevos barrios del norte de Madrid. Hoy, es un icono de Canal y del distrito de Chamberí
Por su ubicación y su estructura arquitectónica, el Primer Depósito Elevado constituye una de las señas de identidad de nuestra empresa. Aunque su peculiar y atractiva ornamentación decora el paisaje de Chamberí, el cometido original de la obra no era precisamente estético. Y es que su construcción a principios del siglo XX sirvió realmente para solventar una problemática que había surgido con respecto al abastecimiento de agua de algunas zonas de Madrid.
El ensanchamiento de la ciudad hacia el norte provocaba que los nuevos barrios quedasen situados en cotas demasiado elevadas como para poder garantizar el suministro de agua. Las nuevas zonas de Madrid se encontraban edificadas a un nivel más alto que la solera de los depósitos existentes en esas fechas, lo que hacía imposible que el agua pudiese alcanzar esas cotas. La construcción del Primer Depósito Elevado fue la solución para resolver ese problema, pues permitió que el agua llegase con la presión suficiente a las edificaciones de nuevos barrios como los de Cuatro Caminos o Salamanca.
Esta obra se ingeniería civil fue realizada por Luis Moya y Ramón de Aguinaga, siguiendo el proyecto inicialmente planteado por Diego Martín Montalvo. El depósito, que alcanza los 36 metros de altura, entró en servicio el 15 de noviembre de 1911. Junto a él se construyó una central de bombeo que impulsaba el agua hasta la cuba del depósito, una estructura cilíndrica con capacidad para 1.500 metros cúbicos. La edificación del Primer Depósito Elevado se alejó de la tradicional arquitectura de hierro de la época y apostó por un estilo que bebía de las influencias mudéjares y medievales.
El edificio dejó de cumplir con su función primigenia a mediados del pasado siglo, cuando entró en servicio el nuevo depósito de Plaza de Castilla. Permaneció en desuso hasta que en 1985 se acometió su rehabilitación con el propósito de recuperar la obra y otorgarle un uso cultural.
Finalmente, el Primer Depósito Elevado completó su transformación en la actual Sala de Exposiciones Canal de Isabel II. La obra de reconversión, además, fue galardonada con el premio Europa Nostra de Conservación de Patrimonio Cultural en el año 1992.
La Sala Canal abrió sus puertas al público en diciembre de 1986 con una exposición dedicada a la última etapa de Salvador Dalí. Desde su apertura ha albergado obras de todo tipo, de hecho, no tardó demasiado en convertirse en un espacio de referencia en el mundo de la fotografía, la imagen y la moda, especialmente. Por ella han pasado los artistas fotográficos más interesantes del panorama nacional e internacional, fruto también de la colaboración de la sala con los famosos certámenes de ARCO y PHotoEspaña, así como el trabajo de diseñadores de moda tan reconocidos como Pertegaz, Sybilla, Pertegaz o David Delfín.
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REUTILIZACIÓN: UNA NUEVA OPORTUNIDAD PARA EL AGUA
REUTILIZACIÓN: UNA NUEVA OPORTUNIDAD PARA EL AGUA
El agua regenerada adquiere un inmenso valor, pues se puede destinar a diferentes usos que no requieren necesariamente agua potable, como el riego de zonas verdes; además, en casa también podemos darle un segunda vida al agua que usamos
Es posible que alguna vez, al dar un paseo por cualquiera de los muchos parques de Madrid, te hayas topado con un cartelito clavado en el césped con el siguiente letrero: «Este parque se riega con agua regenerada no potable». Quizá entonces te haya surgido la duda: ¿qué tendrá de especial esa agua? Lo cierto es que mucho, pues hablamos de una agua que está gozando de un nuevo uso, de una segunda vida diferente a la que un día tuvo.
Como sabemos, el agua residual procedente de nuestras casas y de las actividades industriales y agrícolas se transporta a través de redes de drenaje urbano hasta las EDAR (Estaciones Depuradoras de Aguas Residuales). Allí, se somete a unos procesos de saneamiento que permiten devolverla a los ríos o arroyos en condiciones óptimas para el medioambiente. Durante la depuración, se eliminan desperdicios, grasas flotantes y, en general, todos los elementos gruesos que pueda contener el agua, además de los materiales decantables y la materia orgánica biodegradable.
Sin embargo, este proceso puede ir un paso más allá en busca de una mayor eficiencia. Así, en algunas de nuestras depuradoras, sometemos el agua residual a un tratamiento adicional, llamado tratamiento terciario. Este permite adecuar la calidad del agua depurada para que pueda emplearse en usos no relacionados con el consumo humano: riego de parques y zonas verdes; baldeo de calles; recarga de acuíferos o mantenimiento de humedales; riego de pastos o cultivos, etc.
Esta agua, a la que denominamos regenerada, comporta una serie de beneficios nada desdeñable. El más importante es la posibilidad de reservar el agua de mejor calidad para el consumo humano. Dado que el agua es un recurso limitado, la reutilización del agua residual depurada adquiere un valor incalculable, pues contribuye al incremento neto de la disponibilidad de agua embalsada en la región. Y es que al utilizar agua regenerada se evita consumir agua potable, lo que permite alcanzar cotas de ahorro realmente elevadas.
La apuesta por la regeneración de agua reporta beneficios medioambientales en una doble vertiente: por un lado, contribuye a mejorar la calidad de los ríos; y por el otro, alivia la presión sobre los embalses, contribuyendo a una gestión más racional y sostenible del agua potable.
REUTILIZAR AGUA EN NUESTRO HOGAR
Al igual que hacen las instalaciones de agua regenerada, nosotros también podemos darle una segunda oportunidad al agua que consumimos en nuestros hogares. Se trata de poner en práctica pequeños gestos en los quehaceres cotidianos que, finalmente, también contribuyen al ahorro. Desde aquí proponemos algunos trucos que pueden resultar de utilidad:
- Aprovechar el agua fría de la ducha: a la hora de ducharnos, suele resultar habitual que se pierda por el desagüe una cantidad considerable de agua mientras esperamos a que se caliente. Para evitarlo, podemos colocar un cubo para recoger el agua fría que sale al comienzo. Después, podremos utilizar el agua almacenada para regar las plantas, limpiar los platos o fregar el suelo. A propósito de este consejo, ya existen en el mercado bolsas específicas que se cuelgan de la ducha y permiten recoger, guardar y transportar esa agua con mayor facilidad para utilizarla posteriormente.
- No tirar el agua en la que hervimos verduras: después de hervir verduras u hortalizas, acostumbrados a verter el agua sobrante por el fregadero. Si en lugar de tirarla, la utilizamos para regar las plantas (siempre y cuando no le hayamos echado sal), estaremos ahorrando agua de forma sencilla y, además, les aportaremos nutrientes extra a nuestras plantas.
- Recoger el agua de lluvia: con cubos, contenedores u otros sistemas de recolección, podemos aprovechar para almacenar el agua de lluvia (si tenemos patio, por ejemplo) y luego emplearla para fregar el suelo o rellenar la cisterna.
- Usar el agua del aire acondicionado para planchar: el agua por condensación que genera un aire acondicionado en funcionamiento es prácticamente como el agua destilada (no contiene cal), por lo que resulta ideal para la plancha.
Puedes encontrar más contenidos y consejos de ahorro en Cuidamos el agua.
EL ATAZAR, LA PRESA MÁS GRANDE DE LA COMUNIDAD DE MADRID
EL ATAZAR, LA PRESA MÁS GRANDE DE LA COMUNIDAD DE MADRID
Su gran bóveda de hormigón encierra un embalse capaz de almacenar el 46 % del agua superficial de todo el sistema de abastecimiento
El Atazar, la presa más grande y reconocible de la Comunidad de Madrid, entró en servicio en abril de 1972. Las obras fueron colosales y concluyeron en diciembre de 1971, sin embargo, la infraestructura no empezó a funcionar hasta unos meses más tarde. Desde entonces, el abastecimiento a Madrid quedó asegurado gracias a la formación de un embalse que, capaz de albergar 425 hectómetros cúbicos de agua, representa el 46 % de la capacidad total de almacenamiento en la región.
La presa de El Atazar es una gran bóveda gruesa de doble curvatura que se eleva más de 120 metros por encima del cauce del río Lozoya. Dispone de un aliviadero de superficie, un doble desagüe de medio fondo y otros dos desagües de fondo. Sus espesores varían desde los 36 metros en la base hasta los 6 metros en la coronación, la parte más alta. Esta tiene una longitud de casi 500 metros.
Las obras fueron financiadas por el Estado y ejecutadas por la Confederación Hidrográfica del Tajo, con la cooperación técnica de Canal de Isabel II. Nuestra empresa redactó el proyecto y se ocupó de las expropiaciones y de las obras auxiliares (toma de datos de campo, azudes y túneles de desviación, viales para la realización de las obras, etc.). El coste total de la presa alcanzó los 6.000 millones de pesetas.
Los trabajos comenzaron en octubre de 1965 y no estuvieron exentos de dificultades. De hecho, fueron más complicados de lo previsto inicialmente, pues se detectaron problemas de estabilidad en las laderas. Esto requirió un estudio profundo del terreno. Incluso hubo que recurrir al asesoramiento de expertos externos. Finalmente, se emplearon puntales profundos para el cosido de la ladera derecha, aguas debajo de la presa. Esta técnica fue tan efectiva como innovadora, pues solo se conocía una experiencia previa realizada en Japón.
Ya en la época se instalaron en la presa los más sofisticados sistemas de medida: sensores, péndulos, extensómetros, micrómetros, piezómetros... En la actualidad, la auscultación de la presa continúa siendo ininterrumpida, en constante comunicación con nuestro Centro de Control. Además de la instrumentación tradicional y de nuevos equipos más complejos, la infraestructura cuenta en su interior, para su supervisión, con un conjunto de seis galerías horizontales, una perimetral y otra subterránea que discurre por debajo de la cimentación. En total, las galerías tienen una longitud de 8 kilómetros.
La construcción de esta presa supuso, sin duda, todo un hito en la región. Gracias al agua que almacena, la Comunidad de Madrid cuenta, desde hace medio siglo, con uno de los mejores abastecimientos de Europa, tanto por la cantidad como por la calidad del agua suministrada.
LA PRESA DE EL ATAZAR, EN DATOS
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HISTORIA DEL ALCANTARILLADO DE MADRID CAPITAL
LA RED DE ALCANTARILLADO DE MADRID: HISTORIA Y EVOLUCIÓN
La ausencia de un sistema efectivo para evacuar aguas residuales supuso un problema de gran magnitud para la capital hasta que empezó a abordarse gracias al empeño de Carlos III y a los posteriores proyectos de Canal de Isabel II; en la actualidad, los conductos de saneamiento de la urbe suman más de 5.000 kilómetros de longitud
Hace no tantos siglos, abrir la ventana y arrojar una palangana con las deposiciones propias directamente a la calle se veía como lo más normal del mundo. Únicamente se tenía la deferencia de alertar a los paseantes al grito de «¡agua va!». La higiene y limpieza de las calles brillaban por su ausencia, y las ciudades vivían encadenando epidemias e infecciones fruto de la escasa salubridad con la que convivían.
Madrid no era ninguna excepción a la norma, más bien al contrario. Desde que se convirtió en capital de la Corte en 1561, la higiene de la urbe constituía uno de los principales frentes abiertos para las administraciones, que tenían que lidiar con una población cada vez más numerosa y, en consecuencia, más contaminante. La ausencia de una red de alcantarillado para evacuar las aguas residuales y de lluvia suponía un problema de gran magnitud.
A Teodoro Ardemans, por encargo del rey Felipe V, le debemos una primera aproximación para atajar el asunto en 1717. Pero su propuesta de construir letrinas en las viviendas y pozos sépticos de aguas negras se quedó en eso: una proposición que no llegó a ponerse en práctica. Las ideas de Ardemans, no obstante, sí sentaron las bases de los estudios posteriores de alcantarillado, como el que acometió poco después José Alonso de Arce, que planteó dotar a Madrid de un sistema integrado para evacuar a las afueras de la villa y al río Manzanares las aguas mayores y menores procedentes de las casas y las calles. Su innovadora iniciativa, sin embargo, también quedó en el limbo por algunos contratiempos inesperados.
La llegada al trono de Carlos III en 1759 trajo consigo los primeros avances significativos en cuanto a la limpieza integral de la urbe. El nuevo monarca quería emprender mejoras tanto en el ornato como en las condiciones higiénicas de Madrid, y para su consecución se apoyó en el reconocido arquitecto Francisco Sabatini.
Las actuaciones del italiano incluían tanto el empedrado de las calles como la instalación de canalones, letrinas, pozos negros y alcantarillas.
Del mismo modo, se prohibió arrojar desperdicios e inmundicias por las ventanas, lo que puso fin a la tradición del «¡agua va!», que durante tanto tiempo había imperado entre los vecinos.
Aunque con estas medidas se aceleró el proceso de construcción de alcantarillas, la limpieza de pozos negros seguía entrañando un gasto desmesurado y, en todo caso, la incipiente red de saneamiento se estaba ejecutando de manera anárquica, sin orden ni concierto. Así, en 1850, el Ayuntamiento de Madrid contaba con una red de alcantarillado con numerosas deficiencias técnicas y cuyo funcionamiento no era eficaz.
Canal entra en escena
A mediados del siglo XIX, la ciudad de Madrid debía enfrentarse a otro desafío: el abastecimiento de agua. Para José Morer, el ingeniero de Canal de Isabel II que se estaba encargando de proyectar la red de distribución de agua, existía una «íntima relación» entre este sistema de distribución del agua de consumo y el de alcantarillado. «Resulta imposible la completa conclusión del primero sin que se haya terminado el segundo», llegó a esgrimir en su anteproyecto de distribución.
Lucio del Valle, entonces director de las obras del Canal, era de la misma opinión: «Inútil es haber llevado a todas las casas un caudal de agua suficiente (…) si después de ensuciadas (…) por el uso no tienen una fácil y pronta salida, no solo de las casas, sino también de la población».
En esta tesitura, el Gobierno traspasó a Canal en 1855 las competencias de construcción de las nuevas alcantarillas, en detrimento del Ayuntamiento de Madrid. Sería el propio José Morer el responsable del proyecto. Según su visión, la nueva red debía cumplir tres consideraciones fundamentales para ser eficiente: debía tener gran pendiente, debía estar separada de la red de abastecimiento de agua potable y debía evacuar conjuntamente tanto las aguas residuales como las de lluvia (lo que se conoce como sistema británico o unitario).
Canal inició los trabajos del nuevo alcantarillado a mitades de 1856. La empresa optó por situar las galerías entre los 6 y los 17 metros de profundidad. En cualquier caso, por debajo de las tuberías de agua potable, que discurrían entre un metro y un metro y medio por debajo de la calzada.
El impulso inicial a las obras fue notable. En 1865, incluyendo las realizadas por la municipalidad, Madrid contaba con más de 90 kilómetros de alcantarillado en funcionamiento, aunque no siempre en buen estado: los atascos en la red eran bastante frecuentes, no tanto por problemas estructurales de las galerías sino por la mala praxis de los ciudadanos. Tanto fue así que en el reglamento de 1868 de construcción y conservación de las alcantarillas se recogía explícitamente la prohibición de arrojar trapos, espartos, tierras, huesos, animales muertos y cualquier cuerpo sólido que pudiera obstruir las conducciones.
Un mallado de 5.000 kilómetros
Sea como fuere, la construcción de esa primera red de saneamiento moderno constituyó uno de los principales hitos técnicos e higiénicos de la historia de Madrid. Desde entonces, ese mallado de galerías que empezó a ramificarse desde el centro de la capital ha ido creciendo a la par que la propia ciudad, hoy convertida en una de las principales metrópolis europeas por tamaño y población.
A comienzos de la Guerra Civil, la red de alcantarillado de Madrid tenía una longitud de casi 500 kilómetros. En la actualidad, los conductos de saneamiento de la urbe suman más de 5.000 kilómetros (en línea recta, podrían cruzar el océano Atlántico). En este tejido de conducciones subterráneas encontramos tanto pequeños tubos de 30 centímetros de diámetro como enormes colectores de hasta 7 metros de altura realizados con tuneladoras.
Cada año, por la red de alcantarillado de la capital circulan unos 250 hectómetros cúbicos de aguas residuales y de lluvia, magnitud que obliga al sistema de saneamiento a contar con otras instalaciones complementarias como los tanques de tormentas: hay 36 en la ciudad, entre ellos, los dos más grandes del mundo. A ello hay que añadir unos 110.000 imbornales y otros 125.000 pozos de registro.
En Canal de Isabel II tenemos encomendada desde 2005 la gestión y el mantenimiento de toda la red de alcantarillado municipal, cuyo titular es el Ayuntamiento de Madrid. Si bien con nuevas técnicas de vigilancia y construcción, seguimos dedicando esfuerzo y recursos para, como hace siglo y medio, poder disponer de unas infraestructuras eficientes que aseguren el adecuado transporte de las aguas negras por las entrañas de la ciudad hasta las plantas de depuración.
VOLANDO EN EL SUBSUELO: DRONES HECHOS A MEDIDA PARA RECORER LAS REDES DE ALCANTARILLADO
VOLANDO EN EL SUBSUELO: DRONES HECHOS A MEDIDA PARA RECORRER LAS REDES DE ALCANTARILLADO
En Canal de Isabel II utilizamos vehículos autopilotados para inspeccionar grandes conducciones de aguas residuales y así reducir los riesgos laborales de los operarios; las imágenes que graban se analizan posteriormente con la ayuda de la inteligencia artificial para encontrar desperfectos en la red de saneamiento
La red de alcantarillado de la Comunidad de Madrid es un sinuoso recorrido de arterias, galerías y colectores que supera los 15.000 kilómetros de longitud. Puestos en línea recta, estas conducciones llegarían hasta Australia. La gran mayoría son de reducido tamaño y solo pueden examinarse mediante robots controlados remotamente desde la superficie, pero hay unos 2.500 kilómetros de conducciones que sí tienen las dimensiones suficientes como para visitarse. O, mejor dicho, para poder ser inspeccionadas por operarios.
Que estos colectores sean "visitables" no quiere decir que resulte agradable adentrarse en ellos. "La accesibilidad al alcantarillado es complicada, la luz escasea, el pavimento es resbaladizo y puede haber acumulación de gases nocivos", apunta nuestro compañero de I+D+i Alejandro Pinilla. Por este motivo, para reducir la peligrosidad de las inspecciones surgió la idea de recurrir a drones autoguiados.
Dado que en el mercado no existían equipos que se adaptaran a las condiciones particulares que exigía este cometido, recurrimos a un procedimiento de Compra Pública Precomercial para dar con la tecnología adecuada. Tras examinar varias propuestas y otros tantos prototipos, “nació” el dron definitivo: un equipo autónomo, autopilotado, robusto y estable. Y que, además, proporciona imágenes de alta calidad del alcantarillado.
Con una autonomía de casi media hora, el vehículo puede recorrer distancias de hasta 1.500 metros en un solo vuelo, aunque habitualmente cubre trayectos más cortos. «Solemos hacer tramos de entre 500 y 800 metros», aclara Pinilla. ¿Y qué ocurre si hay fallos o complicaciones en el trayecto? En tal caso, el sistema de seguridad redundante del equipo permite recuperarlo fácilmente.
Una vez programada la ruta, el dron está preparado para realizar el vuelo de forma autónoma. Aun así, es capaz de esquivar los obstáculos que se encuentra por el camino. En su recorrido, graba imágenes en alta resolución que, posteriormente, en la oficina, se analizan en busca de defectos y obstrucciones en la red. «Podemos medir fisuras con una precisión de milímetros», detalla Pinilla.
El diagnóstico de la inteligencia artificial
Al visualizar las imágenes captadas en la red de saneamiento, no solo es el ojo humano el que detecta anomalías, desperfectos o roturas; la inteligencia artificial también tiene mucho que decir en el diagnóstico de galerías y colectores. Los programas de análisis informatizados aportan resultados automatizados, objetivos y fiables.
Para interpretar las imágenes con precisión, la IA solo necesita que el vídeo tenga calidad suficiente y que el dron que se desplaza grabando las conducciones lo haga a una velocidad constante. Si se dan esas premisas, la herramienta puede generar un informe fiable sobre el estado de las conducciones, e incluso reflejar las actuaciones correctivas necesarias en cada tramo de red.
Después de haber contrastado los informes generados con la ayuda de la inteligencia artificial, nuestros técnicos no dudan del potencial de la tecnología y de su posible simbiosis con los recursos audiovisuales filmados por el dron. La combinación de ambos sistemas ahorra tiempo, optimiza costes, logra estandarizar el análisis de los desperfectos y, por encima de todo, elimina los riesgos laborales de los operarios.
FUENTES PÚBLICAS PARA BEBER AGUA DE CALIDAD EN LA COMUNIDAD DE MADRID
FUENTES PÚBLICAS PARA BEBER AGUA DE CALIDAD EN LA COMUNIDAD DE MADRID
La web #deMadridydelgrifo ofrece un mapa con las más de 3.000 fuentes de agua que hay repartidas por la región para que el usuario pueda localizar la más cercana a su ubicación
El agua de Madrid es el orgullo de los madrileños. Tanto es así que, el 96 % de ellos afirma beber agua del grifo en su vida diaria y las razones son claras: calidad, pureza y sabor.
Durante todo el año, pero especialmente en verano, cuando aprieta el calor, es muy útil conocer la ubicación de las más de 3.000 fuentes públicas de la Comunidad de Madrid: puntos de suministro de agua potable instalados por los ayuntamientos de nuestra región para disfrutar de la mejor agua, la #deMadridydelgrifo.
¿DÓNDE ENCONTRAR LAS FUENTES DE MADRID?
En Canal de Isabel II hemos creado el portal web #deMadridydelgrifo para ayudarte a encontrar tu fuente pública más cercana, animándote así a consumirla y disfrutarla de manera totalmente gratuita: esta web incluye un mapa y un buscador con las más de 3.000 fuentes para que puedas localizar la más cercana a tu ubicación. Además, encontrarás información sobre la calidad del agua de Madrid.
¿CÓMO ES EL AGUA DE MADRID?
Es un agua blanda, de mineralización débil y baja en sodio. ¿Su secreto? Lo encontramos en los 13 embalses de Madrid donde almacenamos el agua. Se encuentran en zonas graníticas que favorecen la baja salinidad, esa es la verdadera razón por la que su sabor resulta más agradable.
La base ya es buena, pero a eso hay que añadirle el cuidado exquisito con el que la tratamos en Canal de Isabel II. Y además de tratarla con cuidado, comprobamos que sigue teniendo la máxima calidad en todo su viaje: realizamos millones de análisis al año para asegurar la excelente calidad del agua de Madrid.
¿CUÁNDO BEBER AGUA?
Somos lo que bebemos: nuestro cuerpo está compuesto por un 65 % de agua, por tanto, una buena hidratación es vital para la salud los 365 días del año, pero, con la llegada del verano, es de gran importancia intensificar su consumo, especialmente cuando hay avisos por calor.
Además, ten en cuenta que no hay que esperar a tener sed para beber agua: esta ya es una señal de alarma de la deshidratación.
LOS MEJORES CONSEJOS PARA AHORRAR AGUA EN TU HOGAR
LOS MEJORES CONSEJOS PARA AHORRAR AGUA EN TU HOGAR
El agua es un recurso muy valioso y debemos usarlo con responsabilidad: en este artículo te proponemos varias recomendaciones con las que alcanzar un consumo más eficiente
La lluvia es muy suya. Está claro que nosotros, los ciudadanos, no tenemos una varita mágica para controlarla a conveniencia, pero sí podemos contribuir a la disponibilidad de agua de otra manera. ¿Cómo? Usándola de manera responsable. Como solemos decir desde Canal de Isabel II, cada vez que ahorramos agua es como si lloviera un poco sobre nuestros embalses.
Para ayudarte en este importante cometido, a continuación te sugerimos algunos consejos con los que conseguir un consumo de agua más eficiente.
AHORRAR AGUA EN EL BAÑO
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Mientras esperas a que se caliente el agua de la ducha, aprovecha para llenar cualquier recipiente (existen bolsas específicas para tal propósito). Luego podrás reutilizar el agua almacenada para fregar, regar las plantas o ahorrarte una descarga de la cisterna.
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Cierra el grifo mientras te enjabonas las manos o te lavas los dientes.
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Llena moderadamente el lavabo al afeitarte en lugar de dejar correr el agua.
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Coloca una papelera en el cuarto de baño para evitar usar el inodoro como basura. No solo economizarás el agua, también evitarás atascos en tus tuberías.
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Dúchate en lugar de bañarte y hazlo de forma breve (si eres de los que canta, entona únicamente una canción, no todo el disco).
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Cierra el grifo mientras te enjabonas.
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Utiliza cisternas de doble descarga para descargar únicamente la cantidad de agua necesaria. Si no, coloca dos botellas llenas de agua dentro de la propia cisterna.
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Utiliza la lavadora con la carga completa y el programa adecuado. Recuerda que las lavadoras a media carga gastan más o menos la misma cantidad de agua que a carga completa.
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Instala economizadores o aireadores en los grifos y en la alcachofa de la ducha. Reducen el caudal y la diferencia es inapreciable.
AHORRAR AGUA EN LA COCINA
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Descongela los alimentos en el frigorífico. No lo hagas bajo el agua. Ahorrarás en gasto y ganarás en sabor y seguridad alimentaria.
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Compra electrodomésticos eficientes y con programas ECO. Además de agua, ahorrarás energía.
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Utiliza el lavavajillas siempre que puedas y a carga completa. Y cuando friegues los platos a manos, nunca lo hagas dejando correr el agua; primero enjabona en un barreño y más tarde aclara.
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Coloca una jarra en el frigorífico en vez de dejar correr el agua para que se enfríe. Siempre tendrás agua fresca sin gasto adicional.
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Reutiliza el agua sobrante de las jarras o la que usas para hervir huevos o lavar verduras. Con ella (siempre y cuando no tenga sal) puedes regar tus plantas. Además, les aportarás nutrientes y crecerán más sanas.
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Cierra levemente la llave de paso de la vivienda. No apreciarás la diferencia y ahorrarás una gran cantidad de agua diariamente.
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Repara los grifos cuanto antes si detectas pérdidas o fugas.
AHORRAR AGUA EN EL JARDÍN
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Diseña un sistema de riego acorde a las necesidades de tu jardín. Por ejemplo, usando sistemas automáticos de riego por goteo para árboles y arbustos.
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Cuando riegues por aspersión, diseña correctamente la posición de los aspersores, su caudal y la zona que cubren.
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No riegues en las horas centrales del día: las temperaturas son más altas y la evaporación, por tanto, es mayor. Además, tus plantas sufrirán mucho.
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Diseña el jardín con la menor superficie de césped posible, pues su consumo de agua es muy elevado. Una buena alternativa puede ser la instalación de césped artificial.
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En caso de disponer de césped, intenta que la altura de corte sea de unos 5 centímetros para mantener así un grado de humedad adecuado en la zona de la raíz.
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Suministra el riego próximo a las raíces de las plantas.
AHORRAR AGUA EN LA PISCINA
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No vacíes la piscina durante los periodos de inactividad. Tápala y realiza un mantenimiento preventivo de forma periódica. El agua del vaso puede mantenerse durante más de 5 años.
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Instala un sistema de depuración de circuito cerrado.
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Coloca una cubierta solar durante el verano para evitar la evaporación. Esto supone un ahorro en agua y en desinfectante.
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Revisa con frecuencia la instalación: te permitirá detectar las fugas y repararlas con mayor rapidez.
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Si tienes ducha junto a tu piscina, es conveniente que esté dotada de pulsador automático o de infrarrojos.
DE LAS PALOMAS MENSAJERAS AL TELÉFONO: LA HISTORIA DE LA PRIMERA LÍNEA TELEFÓNICA QUE INSTALÓ CANAL
DE LAS PALOMAS MENSAJERAS AL TELÉFONO: LA HISTORIA DE LA PRIMERA LÍNEA TELEFÓNICA QUE INSTALÓ CANAL
La compañía adquirió en 1882 su primer teléfono, que permitía comunicar el depósito del Campo de Guardias con el embalse de El Villar, a 80 kilómetros de distancia
Cuando en 1854 el italiano Antonio Meucci inventó el teléfono, que diecisiete años más tarde patentaría Graham Bell, el propósito inicial del instrumento era relativamente simple: conectar el despacho de Meucci, en la planta baja de su domicilio de Nueva York, con el dormitorio del segundo piso donde permanecía inmovilizada su mujer a causa del reumatismo.
En España, la primera comunicación telefónica tuvo lugar en 1877 entre dos salas de la Escuela de Ingenieros Industriales de Barcelona. El teléfono llegaría a Madrid en enero de 1878. Comunicaba el edificio de Telégrafos con el Ministerio de Guerra y, más tarde, el Palacio Real de la capital con el de Aranjuez.
Canal de Isabel II adquirió su primer teléfono en 1882, cuando quedó establecida la línea entre las oficinas de Madrid y la presa de El Villar, a 80 kilómetros de distancia. La revista de la época Escenas Contemporáneas anunció este hito con las siguientes palabras: «El ingeniero director del Canal de Isabel II, don Luis Villademoros, ha instalado un teléfono que une la casa del primer depósito del Campo de Guardias con la presa de El Villar».
La línea tenía tramos escalonados con estaciones intermedias en El Bodonal y Torrelaguna. El proyecto de la obra requirió un presupuesto de casi 24.000 pesetas. La empresa compró un teléfono para cada una de las estaciones, partida a la que destinó otras 3.500 pesetas aproximadamente. La utilidad del invento de Meucci, en cualquier caso, bien merecía tal inversión. «Con este teléfono no solo se oyen claramente las órdenes que se transmiten, sino que se conoce perfectamente el timbre de voz», reflejaba la misma publicación.
La nueva vía de comunicación tuvo gran impacto en la gestión que acometía la compañía. Agilizar el trasvase de información entre las instalaciones ya era, per se, un enorme avance. Pero además, el uso del teléfono repercutía directamente en el abastecimiento. «El señor Villademoros ha prestado un señalado servicio al vecindario de Madrid porque con la instalación del teléfono se evitará en lo posible que las aguas vengan turbias a los depósitos», sentenciaba la prensa.
La puesta en servicio de la primera línea telefónica en el seno de Canal alivió las penurias que padecían muchos de los guardas de la compañía. En no pocas ocasiones, estos trabajadores debían recorrer a pie distancias de varios kilómetros con el único fin de entregar y recibir los partes, órdenes, oficios y correspondencia.
Hasta la instalación del teléfono, este sistema de transmisión cara a cara alternó con la utilización de palomas mensajeras, que también fueron usadas como vía de comunicación para informar sobre el estado de las obras durante la construcción del Pontón de la Oliva y del canal primitivo.
CANAL DE ISABEL II EN EL CALLEJERO DE MADRID: UN PASEO POR DIEZ LUGARES VINCULADOS A LA EMPRESA
CANAL DE ISABEL II EN EL CALLEJERO DE MADRID: UN PASEO POR DIEZ LUGARES VINCULADOS A LA EMPRESA
Directores, presidentes, ingenieros y representantes de Canal han dado nombre a calles y plazas de la ciudad, algunas sobradamente conocidas
La ciudad de Madrid tiene más de nueve mil calles. Por no contar plazas, jardines, glorietas y otros tantos lugares con nombres identificables. Muchos los hemos oído cientos de veces. Quién no ha pasado alguna vez por la calle Bravo Murillo. Por otras quizá hayamos transitado sin darnos cuenta, o tal vez conscientemente, pero sin detenernos a pensar quién fue esa persona cuya notoriedad ha trascendido hasta convertirse en topónimo.
En el inmenso callejero de la capital, Canal de Isabel II está presente a través de figuras históricas que trabajaron para la empresa y tuvieron un lugar destacado en ella. Hoy repasamos diez enclaves de Madrid cuyos nombres aluden a personajes estrechamente vinculados con Canal, cuando no directamente a la propia compañía, como sucede en el primer ejemplo. Disfruten del paseo.
El caso más ilustrativo. Poco más de dos kilómetros separan la sede central de la empresa de esta plaza que lleva su nombre, en el distrito de Tetuán. Inaugurada en el presente siglo, es conocida popularmente como la «plaza de las palomas» (no hace falta explicar el porqué). Punto de encuentro de las antiguas reuniones del 15M, el Ayuntamiento la emplea habitualmente como escenario para diversas actuaciones y actividades.
A la espalda del primer depósito de agua tiene su calle el recordado Lucio del Valle. Entró en Canal de Isabel II desde sus inicios, en 1851. Tras ocupar el cargo de subdirector en el proyecto de traída del agua a Madrid, en 1855 fue nombrado director, ocupación que mantuvo hasta poco después de la inauguración de las obras. Fue él quien encargó a Charles Clifford los reportajes fotográficos ya conocidos.
Perpendicular a la calle de Lucio del Valle, también en las inmediaciones de las instalaciones de Santa Engracia, se halla la vía dedicada a la pareja Elzeario Boix y José Morer. Ambos ingenieros proyectaron y supervisaron la construcción de la presa de El Villar. Morer también diseñó el primer proyecto de distribución del agua en la capital y ejerció como ingeniero director de la empresa en 1867.
Con unos 4 km de longitud, esta calle no necesita presentación, en tanto en cuanto es una de las más famosas de Madrid. Su actual denominación data de 1875 y rememora a Juan Bravo Murillo, célebre político español y uno de los artífices de la construcción del Canal de Isabel II. Sabido es que impulsó el proyecto cuando era presidente del Consejo de Ministros.
En pleno centro de Madrid tiene su calle José Echegaray, otro de los ilustres que guardan relación con Canal. Su vinculación con la empresa, no obstante, es más tangencial que en los supuestos anteriores. Como profesor de la Escuela de Caminos, en concreto de la asignatura Aplicaciones de la Hidráulica, guardaba buena amistad con Lucio del Valle. En su etapa como ministro de Fomento, asistió a la colocación de la primera piedra de El Villar.
Cerca de la plaza de toros de las Ventas encontramos la calle que homenajea a este antiguo director de Canal. A principios del siglo XX, Aguinaga impulsó el plan de obras que permitió construir, entre otras grandes infraestructuras, el Primer Depósito Elevado de Santa Engracia y la central hidroeléctrica de Torrelaguna.
En el barrio de Puerta del Ángel encontramos una pequeña calle en honor al que fue vocal del Consejo de Administración de Canal entre 1931 y 1933. Como Delegado de Vías y Obras del Ayuntamiento desarrolló un ambicioso plan de saneamiento y pavimentación de las calles.
Hijo de Elzeario Boix, Félix también estuvo ligado a Canal de Isabel II: entre 1919 y 1920 fue ingeniero director. Durante su mandato, Canal acudió a la exposición del Congreso de Medicina e Higiene, en la que el jurado otorgó a la empresa el Diploma de Honor. La calle que hoy lleva su nombre está situada en las proximidades del Cuarto Depósito.
De Andrés Mellado sabemos que fue abogado, periodista, diputado de las Cortes, alcalde de Madrid y miembro de la RAE, pero ¿qué vinculación tuvo con Canal de Isabel II? Pues bien, a su extenso currículum añadió el cargo de comisario regio y presidente del Consejo de Administración de la compañía en 1910. Su calle cruza el distrito de Chamberí de norte a sur.
En el barrio de Arapiles se extiende esta alargada plaza, conocida como «la perpendicular», nombrada en memoria de José María de Garay y Rowart, tercer conde del Valle de Súchil. Además de alcalde de la capital y senador vitalicio, este ilustre personaje fue vocal del Consejo de Administración de Canal entre 1930 y 1939, en representación de los propietarios de láminas de agua.
Plaza del Canal de Isabel II
Estatua de Bravo Murillo en la calle homónima, frente a los Teatros del Canal
Placa en la calle Echegaray
Letrero de la calle Boix y Morer
Letrero en la plaza del Canal de Isabel II, en Tetuán
EL AGUA DE MADRID Y MUCHO MÁS: CONOCE LOS SERVICIOS QUE OFRECE CANAL DE ISABEL II A SUS CLIENTES
EL AGUA DE MADRID Y MUCHO MÁS: CONOCE LOS SERVICIOS QUE OFRECE CANAL DE ISABEL II A SUS CLIENTES
24-10-2023
En este artículo repasamos algunos servicios de interés que quizá no conocías, porque aparte de suministrarte la mejor agua, también queremos ofrecerte la mejor experiencia posible en todas las facetas
El agua de Madrid es el agua de todos. Cada simple gota encierra el orgullo de los madrileños y el trabajo que realizan cada día los más de 3.000 profesionales de Canal de Isabel II. Detrás de cada gota existe toda una variedad de labores y gestiones técnicas que hacen posible tanto la llegada del agua a su destino en condiciones óptimas, como la oferta del mejor servicio posible a todos los madrileños.
Con esa idea como telón de fondo, hemos lanzado nuestra nueva campaña de comunicación, con la que queremos trasladar a nuestros clientes los distintos servicios que podemos ofrecerles y de los que pueden sacar provecho. Todo ello sin olvidarnos de las funciones que acometemos para cuidar el agua que beben los madrileños y para proteger el medioambiente, a las que también hacemos un guiño.
Queremos estar cerca de nuestros clientes y brindarles servicios más allá del mero suministro de agua, como la telelectura de contadores, las bonificaciones sociales en la factura, una Oficina Virtual para la tramitación online de gestiones o la factura electrónica, entre otros.
BONIFICACIONES EN LA TARIFA DE AGUA
Con nuestra tarifa social queremos ponernos al lado de quienes más lo necesitan. Desde que en 1996 creáramos una bonificación en la factura destinada a familias numerosas, los beneficiarios de estos descuentes han ido creciendo. En la actualidad, ofrecemos las siguientes bonificaciones:
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Bonificación por exención social: para personas que tienen dificultades económicas para pagar sus facturas.
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Bonificación por viudedad: para perceptores de pensiones de viudedad con bajos ingresos.
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Bonificación por familia numerosa: para familias numerosas de cualquier categoría.
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Bonificación por vivienda numerosa: para aquellos domicilios donde convivan 5 o más personas.
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Bonificación por vivienda ocupada ilegalmente: para los propietarios o arrendatarios legítimos de viviendas ocupadas ilegalmente.
Telelectura de contadores
Si ya te hemos instalado un contador inteligente con servicio de telelectura, podrás conocer tus consumos de agua con un nivel de detalle mucho mayor; podrás ver cuánta agua gastas cada semana, cada día e incluso cada hora. Además, el análisis de tus datos de consumo hará que detectemos anomalías con mayor prontitud. Así, si existe una fuga en tu instalación interior, te avisaremos para que no malgastes ni tu agua ni tu dinero.
Para consultar tus consumos, debes acceder al apartado “Telelecturas” dentro de tu perfil de la Oficina Virtual. Y si aún no tienes contador inteligente, ¡no te preocupes! Pronto llegaremos a tu domicilio: en 2026 el 100 % de los contadores de Canal dispondrán de telelectura.
OFICINA VIRTUAL
Ya sabes que si necesitas contactar con uno de nuestros gestores especializados, puedes hacerlo por teléfono (llamando al número gratuito 900 365 365) o acudiendo de manera presencial a nuestro centro de atención al cliente, ubicado en la calle José Abascal, 10. No obstante, hay muchas gestiones que puedes resolver de manera más cómoda y sencilla sin necesidad de desplazarte ni de llevarte el móvil a la oreja. Regístrate en nuestra Oficina Virtual y compruébalo por ti mismo. Es el primer paso para que tu experiencia con nosotros sea mucho más completa.
Si pese a todo eres de aquellos a quienes les gusta el contacto cara a cara, no hay problema. Estaremos encantados de recibirte y ayudarte con tus gestiones. Eso sí, no olvides pedir cita previa para que podamos atenderte en el momento oportuno.
FACTURA ELECTRÓNICA
Recibe tu factura al instante y consúltala en cualquier dispositivo. Solo tienes que estar registrado en la Oficina Virtual y apuntarte al servicio de factura electrónica. De esta forma, ganarás en tiempo y comodidad mientras contribuyes al cuidado del medioambiente y al ahorro de agua, pues nos ayudas a reducir el consumo de papel. Recuerda que para producir una sola hoja de papel se necesitan 10 litros de agua.
ALERTAS A CLIENTES SENSIBLES
Invitamos a todos nuestros clientes “sensibles” (hospitales, centros de salud, residencias de ancianos, guarderías, colegios, universidades, hoteles e industrias de gran consumo) a darse de alta en este servicio gratuito de alertas. Les informaremos con una antelación de 48 horas de posibles interrupciones en el suministro. Si es tu caso, llama al 900 365 365 y te daremos de alta como cliente sensible.
10 COMPROMISOS CLAROS CON LOS USUARIOS
Nuestra vocación de servicio público de calidad se materializa en 10 compromisos concretos que hemos adoptado con nuestros clientes. Con ellos, buscamos garantizar siempre la máxima satisfacción de todos nuestros usuarios. Nuestros compromisos van desde las comunicaciones anticipadas respecto a cortes en el suministro, hasta la reducción de plazos en la instalación del suministro, pasando por las revisiones de facturas o el aplazamiento de los pagos. En ciertos supuestos, si incumplimos alguno de estos compromisos, te compensaremos económicamente. Por eso es importante que los conozcas. Al fin y al cabo, son tus derechos.
¿QUÉ ES UNA ACOMETIDA DE ALCANTARILLADO Y CÓMO PUEDO EJECUTARLA CORRECTAMENTE?
¿QUÉ ES UNA ACOMETIDA DE ALCANTARILLADO Y CÓMO PUEDO EJECUTARLA CORRECTAMENTE?
Ejecutar de manera adecuada la acometida de alcantarillado de una instalación particular, como puede ser una casa o un negocio, resulta imprescindible para garantizar la correcta evacuación de las aguas residuales y evitar problemas en nuestra propiedad
Queda oculta a nuestros ojos, pero una parte fundamental de cualquier edificio es la que permite conectar nuestros desagües y bajantes particulares con la red de saneamiento. Eso es una acometida de alcantarillado: la conducción que une la red de evacuación de aguas residuales de los edificios y viviendas unifamiliares con los colectores municipales.
Precisamente por su importancia, la ejecución de las acometidas de alcantarillado no puede ser arbitraria, sino que debe responder a una serie de requisitos concretos. Si te encuentras en esa circunstancia, vamos a intentar ayudarte: en Canal de Isabel II te acompañamos a ti y a tu empresa instaladora durante todo el proceso para que obtengas la conformidad técnica de tu acometida.
Una correcta instalación nos asegurará que las aguas residuales de nuestra vivienda serán evacuadas convenientemente y nos evitará problemas en el futuro, tanto en nuestra instalación interior, como en su conexión con la red general.
¿De qué partes consta una acometida de alcantarillado?
Las acometidas de alcantarillado constan de tres elementos principales:
• Arqueta de arranque: es el punto donde conectan todos los desagües interiores de la vivienda.
• Albañal: es la conducción que discurre parcialmente por zonas públicas hasta conectar con la red municipal de alcantarillado.
• Conexión final: es el punto donde el albañal conecta con la red de saneamiento municipal.
¿Qué requisitos deben cumplir las acometidas de alcantarillado?
Para impedir que se produzcan inundaciones en la vivienda, que se formen olores y que aparezcan socavones, hundimientos u obstrucciones en la calzada, es fundamental que las acometidas cumplan con los siguiente requisitos contemplados en la ordenanza municipal de tu localidad y en las normas de saneamiento de Canal de Isabel II.
¿Qué papel juega Canal de Isabel II durante el proceso?
Canal de Isabel II tiene el deber de supervisar y dar conformidad durante la ejecución, actualización y/o mantenimiento de las acometidas, pero es responsabilidad del propietario cumplir con los requisitos de ejecución y mantenimiento de la instalación.
¿Dónde puedo regularizar mi acometida de alcantarillado?
El lugar indicado para solicitar, regularizar, reparar o ejecutar una nueva acometida es nuestra Oficina Virtual. Como propietario de la finca, ahí encontrarás todos los pasos que debes seguir: solo tendrás que seleccionar el tipo de servicio y añadir los datos y documentación que te solicitamos.
En Canal de Isabel II nos haremos cargo de la correcta ejecución de la acometida desde la propia entrega del proyecto hasta la ejecución final, facilitando todos los recursos y asistencia que necesites.
¿CÓMO CONTACTO CON CANAL DE ISABEL II?
¿CÓMO CONTACTO CON CANAL DE ISABEL II?
Por teléfono, presencialmente en Madrid capital, por correo electrónico…: repasamos las alternativas de las que dispones si quieres contactar con nuestro servicio de atención al cliente o hacer trámites por tu cuenta
Si eres cliente o usuario de Canal de Isabel II y has llegado hasta aquí buscando la manera de contactar con nosotros, no te vayas: te vamos a exponer las diferentes vías de contacto que ofrecemos, ya sea porque quieras realizar un trámite comercial, comunicar una incidencia o hacer una consulta.
- TELÉFONO GRATUITO 900 365 365
Nuestro número gratuito de atención telefónica es el 900 365 365 y es gratuito. Está disponible para trámites comerciales todos los días laborables de 8:30 a 20:00, y en cualquier momento del día para la comunicación de averías e incidencias.
Si lo que necesitas es resolver cualquier gestión comercial y quieres que un especialista de Canal te eche una mano durante el proceso, recuerda que contamos con un servicio de atención telefónica especializada, una alternativa ágil en la que un agente especializado —el mismo que te atendería presencialmente— contactará directamente contigo el día y a la hora que tú reserves previamente.
- ATENCIÓN PRESENCIAL EN MADRID CAPITAL
Si prefieres el contacto cara a cara y no te importa desplazarte a nuestras oficinas, debes saber que nuestro centro de atención al cliente se encuentra en la calle José Abascal, número 10. En Madrid capital. Eso sí, es importante que reserves cita antes de venir. Puedes hacerlo en nuestra Oficina Virtual (de forma online) o llamando por teléfono.
No necesitan concertar su visita con antelación ni los mayores de 65 años ni las personas con discapacidad (o sus acompañantes), quienes gozan de preferencia y pueden venir directamente a nuestras oficinas, donde les atenderemos en el momento.
Además, nuestro compromiso es no hacerte esperar. Por eso, te garantizamos que no esperarás más de 10 minutos cuando quieras ser atendido presencialmente en nuestro centro de atención al cliente.
- OFICINA VIRTUAL
Si tu objetivo es realizar algún trámite comercial o simplemente buscas información, puedes hacerlo cómodamente desde un ordenador, smartphone o tableta. Solo tienes que acceder a nuestra Oficina virtual, donde puedes registrarse para poder llevar a cabo todo tipo de gestiones: consultar facturas, solicitar el suministro, cambiar la titularidad de tu contrato, enviar documentación, etc.
Y si navegando por nuestra web de clientes te surge alguna duda, puedes chatear con un agente. Están operativos de lunes a viernes, de 8:00 a 20:00 horas. Únicamente deberás introducir un nombre y una cuenta de correo electrónico.
Desde la Oficina virtual también puedes comunicar una incidencia en el servicio. Si detectas una anomalía en la vía pública o en tu vivienda (baja presión, problemas de calidad…), puedes notificarla por teléfono pero también de forma telemática.
- CORREO ELECTRÓNICO
Finalmente, también puedes escribirnos a través del correo electrónico clientes@canaldeisabelsegunda.es
CELEBRAMOS EL DÍA MUNDIAL DEL AGUA CON AGUA #DEMADRIDYDELGRIFO
CELEBRAMOS EL DÍA MUNDIAL DEL AGUA CON AGUA #DEMADRIDYDELGRIFO
Por su calidad, por su origen, por su valor incalculable y por su sabor, el agua de Madrid es un motivo de orgullo para los madrileños
Como cada 22 de marzo, celebramos el Día Mundial del Agua, una fecha establecida por Naciones Unidas para reflexionar sobre la importancia de este recurso en nuestra vida. En Madrid, el agua es motivo de orgullo y parte de nuestra identidad, y nos declaramos fans de ella.
Y, aunque hoy sea su gran día, a nosotros nos gusta elogiarla todos los días del año. Por eso, hemos puesto en marcha el proyecto #deMadridydelgrifo, un espacio web en el que explicamos por qué es tan buena nuestra agua, qué controles garantizan su calidad y también dónde encontrar las fuentes públicas más cercanas para consumirla.
Consumir agua del grifo es un gesto seguro, económico (¡por el precio de un periódico tienes 1000 litros de agua!), y, sobre todo, responsable con el medioambiente: al consumirla, evitas los plásticos de un solo uso, y también las emisiones vinculadas al embotellado, etiquetado y transporte del agua: más de 18.000 kilómetros de redes la llevan hasta tu casa con la mejor calidad. Desde Canal de Isabel II nos hemos equipado con las mejores tecnologías para filtrar, desinfectar y analizar tu agua: ¡no necesita más filtros!
Este espacio web incluye también el manifiesto para los fans de nuestra agua, el manifiesto #deMadridydelgrifo, con los principios que unen a todos los fans de nuestra agua.
1. Nos gusta el agua de Madrid y estamos orgullosos de ella: somos fans de nuestra agua.
2. Apostamos por beber agua del grifo como un gesto responsable con el medioambiente y con el entorno.
3. Estamos seguros de la calidad y el control que tiene el agua que bebemos.
4. Queremos beber agua del grifo fácilmente en cualquier lugar, y reconocemos los esfuerzos de quienes facilitan este gesto. En nuestras fuentes y por supuesto, ¡en nuestros bares y restaurantes!
5.Conocer es valorar: queremos saber de dónde viene nuestra agua, cuáles son sus características y por qué es tan buena.
Además, dentro de este proyecto hay un espacio para los hosteleros comprometidos con el medioambiente y, por tanto, con el consumo de agua del grifo: les llamamos a unirse a nuestra iniciativa y formar parte de nuestro mapa de establecimientos con sello #deMadridydelgrifo. Por ley, es obligatorio que te faciliten agua del grifo gratuitamente cuando la pidas, en cualquier local hostelero de España, pero nuestros embajadores van más allá.
Cuando visites uno de estos locales, sabrás que ahí te esperan jarras o dispensadores gratuitos con la mejor agua: son establecimientos comprometidos con la sostenibilidad y la calidad, que impulsan y facilitan activamente el consumo de un líquido tan cuidado y valioso como seguro. ¿Conoces alguno? ¡Preséntales nuestro proyecto y agrupemos a embajadores del agua #deMadridydelgrifo!
El Día Mundial del Agua es la ocasión perfecta para apreciar nuestra agua, que no solo tiene gran calidad y excelente sabor, sino que es parte de nuestro orgullo madrileño. Cuando bebes agua #deMadridydelgrifo estás bebiendo un agua blanda, de mineralización débil y baja en sodio. Y, en definitiva, estás bebiendo el agua que nos representa a todos los madrileños: la mejor del mundo.
EL HUNDIMIENTO DEL TERCER DEPÓSITO
EL HUNDIMIENTO DEL TERCER DEPÓSITO: LA TRAGEDIA QUE SACUDIÓ MADRID EL 8 DE ABRIL DE 1905
Durante su construcción, el derrumbe de una de las cubiertas causó la muerte de 29 obreros y dejó más de 60 heridos
La jornada del 8 de abril de 1905 amaneció en Madrid con una de las cubiertas del Tercer Depósito reducida a escombros. Poco después de las siete de la mañana, la estructura de hormigón se había venido abajo, sepultando consigo a decenas de trabajadores: murieron 29 obreros y más de 60 resultaron heridos. La catástrofe sobresaltó la ciudad y no tardó en ocupar las páginas de las principales cabeceras de la época. El ingeniero encargado del proyecto, José Eugenio Ribera, y varios de sus compañeros fueron acusados de negligencia. En las calles, la ira se generalizó y pronto empezaron a dispararse las acusaciones.
La construcción del Tercer Depósito era uno de los proyectos destacados de finales del siglo XIX en Madrid. Con él, se preveía paliar un déficit en el almacenamiento del agua con la que abastecía a la ciudad. Descontando la capacidad de los dos depósitos existentes y sabiendo que el primero de ellos tenía pérdidas, se hizo necesario contar con uno nuevo que fuera capaz de almacenar unos 450.000 metros cúbicos. Estos cálculos significaban que el nuevo depósito se convertiría en el de mayor volumen de toda Europa.
Proyectado para situarse en la zona de Islas Filipinas, el Tercer Depósito iba a estar formado por cuatro compartimentos de grandes dimensiones (más de 300 metros de largo y más de 200 de ancho). Para su construcción, Ribera planteó una estructura audaz que muchos tildaron de arriesgada: su idea era emplear una cubierta de hormigón armado, un material hasta entonces inédito en España en una obra de ese calibre.
LA NOVEDAD DEL HORMIGÓN ARMADO
Como material novedoso en la construcción, el uso de hormigón armado aglutinaba alabanzas a la par que incertidumbre, pues todavía no existían teorías matemáticas sólidas que explicasen su comportamiento. Cada constructor manejaba sus propios números al respecto. Ribera, que ya lo había usado en la edificación de varios puentes, había desarrollado y patentado su propio sistema. No obstante, las obras del Tercer Depósito implicaban otra serie de condicionantes.
Los trabajos fueron arduos desde el inicio y los constructores tuvieron que sobreponerse a un buen puñado de obstáculos, como por ejemplo la existencia de antiguos viajes de agua que discurrían bajo la solera del depósito. Pese a ello, las obras avanzaban entre gran expectación, especialmente las de la imponente cubierta. Y entonces, en la mañana de ese sábado de abril se produjo la catástrofe.
Las grandes diferencias de temperatura habían provocado la dilatación del hormigón por efecto térmico. Y con ello, el colapso y derrumbamiento de la cubierta. Desgraciadamente, en aquel entonces se desconocía el comportamiento de ese nuevo material frente al calor.
A raíz del accidente, Ribera y otros compañeros fueron encausados por negligencia. El proceso judicial, que Ribera calificó de «angustioso y de calvario abrumador» (según expuso en la Revista de Obras Públicas años más tarde), acabó resolviéndose a favor del ingeniero, que resultó exonerado. En su tenaz defensa participaron activamente dos ilustres de la época: Melquíades Álvarez y José Echegaray.
REPLANTAMIENTO Y CONSOLIDACIÓN
Casi una década después del hundimiento, en 1914 fue aprobado un nuevo proyecto que replanteaba la construcción del depósito. Bajo la dirección de Francisco Parrella, la cubierta y los pilares fueron finalmente construidos en ladrillo. En 1916 se dieron por concluidas las obras y pudieron hacerse las primeras pruebas de llenado de los cuatro compartimentos. La infraestructura entró en servicio en noviembre de ese mismo año. En su reconstrucción se invirtieron 21 meses y 5 millones de pesetas.
Finalmente, las dimensiones del nuevo depósito fueron de 355 × 216 metros, y su capacidad útil de 463.500 metros cúbicos, unas condiciones que se mantienen en la actualidad. De hecho, aunque a lo largo de los años se ha sometido a rehabilitaciones e intervenciones para reforzarlo, hoy el Tercer Depósito sigue almacenando el agua que beben muchos barrios del centro y sur de Madrid.
DESCUENTOS EN TU FACTURA DEL AGUA: LAS BONIFICACIONES SOCIALES DE CANAL
DESCUENTOS EN TU FACTURA DEL AGUA: LAS BONIFICACIONES SOCIALES DE CANAL
Te explicamos cuáles son nuestras bonificaciones en la factura del agua, quiénes se pueden beneficiar y cómo solicitarlas
Hace tiempo que nuestra tarifa social cumplió la mayoría de edad. Desde que en 1996 se creara una bonificación en la factura del agua destinada a las familias numerosas, las ayudas proporcionadas por Canal no han parado de crecer. A medida que han transcurrido los años, cada vez un abanico más amplio de la población se ha podido ir beneficiando de unas bonificaciones que contribuyen a hacer la factura más asequible.
Bonificación por exención social
La bonificación por exención social está destinada a aquellas personas es situación de especial vulnerabilidad y que tienen serias dificultades para hacer frente al pago de las facturas. Pueden solicitar esta ayuda tanto clientes particulares como entidades sin ánimo de lucro, así como aquellos titulares de viviendas comunitarias o de pisos tutelados. Este descuento solo se aplica a la vivienda habitual.
En caso de ser concedida la bonificación, solo se paga el 50 % de la cuota fija de servicio y, en el caso de la cuota variable, son gratis los primeros 25 metros cúbicos de agua consumidos en el bimestre, es decir, más de 400 litros al día.
Para que te hagas una idea, un hogar que consuma 25.000 litros de agua en dos meses pagaría 41 € en su factura de agua sin bonificación. En caso de tenerla, su cuota sería de apenas 9 €.
Bonificación por viudedad
También pueden solicitar una factura de agua bonificada los perceptores de una pensión de viudedad, siempre y cuando sus ingresos anuales brutos sean inferiores a 14.000 euros. En este caso, bonificamos el 50 % de la parte fija de la tarifa. Esta bonificación no es compatible con la de exención social.
Otro ejemplo: un titular que consuma 7.000 litros cada dos meses pagaría 15 € con bonificación, en vez de los 24 € al bimestre que le corresponderían sin ella.
Bonificación por familia o vivienda numerosa
Las familias numerosas de categoría general y las viviendas de 5 a 7 personas pagarán el consumo realizado en el segundo bloque tarifario a precios del primero (más barato) y contarán con una reducción del 10 % en el importe de la parte variable (según el consumo).
Por su parte, las familias numerosas de categoría especial y las viviendas habitadas por más de 7 personas contarán con la bonificación indicada anteriormente y, además, pagarán a precios del segundo bloque tarifario hasta 30.000 litros del consumo correspondiente al tercer bloque.
La aplicación de este descuento puede parecer más complicada de entender, pero con un ejemplo práctico seguro que se comprende más fácilmente. Veamos: el importe de la factura disminuye cuantas más personas vivan en un domicilio: una familia numerosa general (3 o 4 hijos) o una vivienda numerosa (entre 5 y 7 personas) pagarían 60 € al bimestre por 50 metros cúbicos de agua con la bonificación, en lugar de los 75 € que pagaría sin ella. En el otro supuesto, una familia numerosa especial (5 hijos o más) o una vivienda numerosa con 8 o más personas pagarían 96 € al bimestre con bonificación, en vez de los 158 € que les tocaría abonar sin el descuento.
Puedes consultar el precio del metro cúbico correspondiente a cada bloque de facturación en nuestro folleto de tarifas.
Bonificación por vivienda ocupada ilegalmente
Los propietarios o arrendatarios legítimos de una vivienda que ha sido ocupada ilegalmente podrán acogerse a nuestra última bonificación para, al menos, no tener que pagar las facturas del agua mientras dure la ocupación de su inmueble.
Los afectados deben aportar la documentación que justifique la iniciación de un procedimiento judicial dirigido a recuperar la posesión de la vivienda ocupada.
Esta ayuda se contempla para los casos en que la ocupación ilegal se produce en perjuicio de los titulares del contrato de suministro cuando existe contador individual; y también se aplica para aquellos que no son titulares porque el contrato está a nombre de la comunidad de propietarios (cuando solo hay un único contador en toda la finca). En ambos casos se bonificará el 100 % de la parte fija y variable de la factura del agua correspondiente al inmueble ocupado.
En resumen: ¿Quién puede solicitar las bonificaciones?
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Perceptores de una pensión por viudedad
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Familias o viviendas numerosas
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Entidades sin ánimo de lucro titulares de viviendas comunitarias o pisos tutelados
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Beneficiarios de una pensión no contributiva
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Beneficiarios de la renta mínima de inserción
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Beneficiarios de la renta activa de inserción
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Perceptores del ingreso mínimo vital
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Personas en situación de especial exclusión que cuenten con un informe del trabajador social
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Personas con vivienda legítima en situación de ocupación ilegal
¿Cómo se solicitan?
- En nuestra Oficina virtual
- A través del correo electrónico clientes@canaldeisabelsegunda.es
- Mediante el teléfono gratuito 900 365 365, de lunes a viernes de 8:00 a 20:00 horas.
- En el centro de atención al cliente de la calle José Abascal, 10 de Madrid (con cita previa).
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LA CENTENARIA PRESA DE EL VILLAR: CRÓNICA DE UNA OBRA CLAVE PARA EL ABASTECIMIENTO A MADRID
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Al finalizar su construcción, en 1882, no solo era la presa más alta de España, sino también una de las más elevadas y avanzadas de Europa
De las muchas presas que hemos gestionado a lo largo de nuestra historia, la de El Villar tuvo una importancia mayúscula por el hito que supuso su construcción hace más de cien años.
Para encontrar la génesis de esta decisiva obra hidráulica madrileña hay que retroceder a 1858, cuando las aguas del río Lozoya, almacenadas en el Pontón de la Oliva, llegaron por primera vez a Madrid para aliviar los problemas de abastecimiento que hasta entonces sufría la capital.
La construcción del Pontón de la Oliva fue decisiva en aquel momento y ha pasado a los anales de la historia de Canal, pero lo cierto es que su vida útil se vio pronto apagada a causa de las filtraciones que sufría el embalse. A lo largo de los años, ingenieros y obreros fueron haciendo remiendos constructivos para minimizar las pérdidas de agua y mantener operativa la infraestructura, pero conocidas las dificultades por sellar plenamente los escapes de agua, se hizo evidente la necesidad de construir un nuevo embalse que hiciera olvidar las carencias del original: este nuevo embalse fue El Villar.
De planta curva y adelantada a su época
El ingeniero José Morer, que había diseñado la red de distribución de agua en Madrid, fue quien comandó las operaciones. Su misión consistía en conseguir el presupuesto y levantar una presa que retuviera el agua del deshielo para poder aprovecharla en verano. Junto a él, trabajaría mano a mano el ingeniero hidráulico que más confianza le merecía: Elzeario Boix. Juntos recorrieron el cauce del Lozoya en busca del mejor emplazamiento para la nueva infraestructura, que situaron 22 kilómetros aguas arriba del Pontón de la Oliva.
Tras analizar el terreno, los dos quedaron convencidos. Las laderas a ambos lados del cauce y el fondo estaban formados por rocas de enorme dureza, lo cual ofrecía la seguridad e impermeabilidad que buscaban.
Con la ayuda y supervisión de Morer, Boix proyectó una presa que, por su concepción, tipología y construcción, constituiría la verdadera obra máster del abastecimiento a Madrid en el siglo XIX.
Atraído por las presas de planta curva, Boix decidió aplicar este diseño en El Villar. Esta curvatura fue, de hecho, uno de los principales aciertos que hicieron de El Villar una infraestructura adelantada a su tiempo. Para el manejo de las compuertas de toma, el ingeniero propuso que se realizara desde un torreón central adosado al paramento de aguas arriba, una seña de identidad que todavía confiere su personalidad propia a la presa.
Presentado en abril de 1869, el proyecto de la presa recibió la luz verde apenas tres meses después. Una vez se hubo desviado el cauce del río y se hubieron realizado algunas operaciones previas, comenzó la cimentación. Fue en la primavera de 1870.
Récord de altura
El cuerpo de la presa se construyó con mampostería y hormigón de cemento de Zumaya, con un revestimiento de sillarejo y remates de sillería. Además, la rápida elevación del muro hizo que no fuera necesario esperar a su plena conclusión para que entrara parcialmente en funcionamiento: lo hizo en verano de 1873, cuando ya formaba un pequeño embalse de un hectómetro cúbico.
Las obras finalizaron en su totalidad en 1882. Para entonces, con 50 metros de altura y 107 metros de coronación, El Villar no solo era la presa más alta de España, sino también una de las más elevadas de Europa y de las más avanzadas en su concepción. Y lo más importante: retenía las aguas del Lozoya en un embalse con una capacidad de 22 hectómetros cúbicos de agua, lo que sin duda mitigó los problemas relacionados con el abastecimiento a Madrid.
Desde aquel instante, la presa de El Villar se ha mantenido inalterable al paso del tiempo. Estoicamente ha resistido más de un siglo y hoy, en pleno siglo XXI, todavía sigue recogiendo las cristalinas aguas que beben los madrileños.
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