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DE MADRID Y DEL GRIFO
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TANQUES DE TORMENTAS: PROTECTORES DE LOS RÍOS
Los tanques de tormentas cumplen un cometido esencial: almacenan las primeras aguas de lluvia y regulan su paso hacia las depuradoras
Estamos acostumbrados a que, en días de lluvia, el agua precipite desde el cielo empapando las calles. Pero ¿dónde va a parar ese torrente que es absorbido por las alcantarillas? Por regla general, a las depuradoras. Pero el sistema de saneamiento de Madrid, además, cuenta con un paso intermedio: los tanques de tormentas, que retienen las aguas de lluvia y regulan su paso hacia las estaciones de depuración.
Los tanques de tormentas son unos enormes depósitos subterráneos creados para almacenar las primeras aguas de lluvia. En días de precipitaciones intensas, el agua se cuela a raudales por las alcantarillas, pero debido a su enorme volumen, no puede ser depurada inmediatamente. Por este motivo, estas aguas esperan en los tanques de tormentas hasta que deja de llover. Es entonces cuando se conducen gradualmente a las estaciones de depuración. Con ello, no solo se evita la contaminación de los ríos, sino que, además, se impiden posibles inundaciones y daños ambientales.
Reservar las aguas pluviales hasta que puedan ser depuradas tiene, además, un valor añadido. Y es que las primeras aguas de lluvia son las más contaminantes, en tanto que arrastran consigo toda la suciedad acumulada en las calles y el asfalto, sin olvidar los metales de la atmósfera. De esta forman, las deposiciones de mascotas, los aceites de vehículos o los desechos sólidos que hay en el suelo son empujados por la lluvia hacia la red de alcantarillado. Teniendo en cuenta estos condicionantes, un estudio de Canal de Isabel II ha detectado que, en algunos puntos, el agua precipitada durante la primera hora de lluvia es más contaminante incluso que el agua residual en tiempo seco.
Además, antes de llegar a los tanques, pasa por una serie de filtros que permite retener los residuos de mayor tamaño. Otros muchos de los objetos sólidos que llegan con el agua pluvial quedan acumulados en el fondo del tanque. Posteriormente se retiran mediante distintos sistemas de limpieza.
En Canal de Isabel II gestionamos más de 70 tanques de tormentas que reservan el agua de las lluvias antes de ser depurada. Entre todos pueden almacenar 1,42 hectómetros cúbicos. Dos de los mayores tanques de tormentas del mundo se encuentran igualmente en Madrid capital. Se trata de las instalaciones de Arroyofresno y Butarque. Cada uno puede almacenar hasta 400.000 metros cúbicos de agua, ocho veces más que el estanque de El Retiro.
Gracias a tanques de tormentas como estos, las primeras aguas de lluvia son retenidas en el subsuelo hasta que las depuradoras van teniendo capacidad para tratarlas. Una vez depurada, el agua puede ser vertida de nuevo a los ríos en las mejores condiciones sin que suponga una amenaza ecológica para el caudal.
En el vídeo que cierra este artículo podrás conocer la red de tanques de tormentas de la ciudad de Madrid y adentrarte en el interior del mayor de todos ellos: el de Arroyofresno. Ubicado en la zona noroeste de la ciudad, en el interior del Club de Campo Villa de Madrid, tiene unos 35.000 metros cuadrados de superficie y 22 metros de profundidad (como un edificio de 6 plantas). Es más, toda la instalación representa un volumen total de construcción subterránea de cerca de 750.000 metros cúbicos, de los cuales 400.000 están destinados al almacenamiento de agua. El recinto cuenta con 267 pilotes de enorme grosor.
El agua de lluvia llega a este tanque a través de un único colector de más de 3 kilómetros de longitud que pasa por debajo del río Manzanares y de grandes infraestructuras como la M-30. Sin embargo, lo que más impresiona es su diámetro de casi 7 metros, que permite un caudal de agua de hasta 100 metros cúbicos por segundo, 30 veces más que el caudal medio del río Manzanares.
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