Al beber del grifo, al ducharnos o fregar los platos, en lagos y ríos, incluso dentro de nosotros mismos. El agua nos acompaña cada día de nuestra vida, nos la hace más fácil y hace de nuestro mundo un lugar habitable y bello.

Consideramos tener agua potable en casa como algo totalmente cotidiano y común, pero ¿y si te dijéramos que 1 de cada 4 personas en todo el mundo carece de agua potable? ¿O que según la ONU casi la mitad de la población mundial no tiene acceso a un saneamiento seguro? Aquí la cosa cambia.

Este es el motivo por el que cada 22 de marzo desde 1993 celebramos el Día Mundial del Agua, con el que se pretende poner en valor la importancia de este recurso vital y concienciar sobre la necesidad de cuidarlo entre todos.

Un bien con un valor incalculable

El agua es un elemento tan cotidiano en nuestro día a día que en ocasiones podemos llegar a olvidarnos del bien tan preciado que realmente es.

Al ser un recurso tan escaso y necesario para la vida, tiene un valor que es imposible de calcular; pero al mismo tiempo, al ser un derecho universal, su acceso debe ofrecerse a un precio asequible. En este sentido, podemos decir que el agua cuesta menos de lo que realmente vale.

De hecho, un litro de agua corriente en la Comunidad de Madrid cuesta apenas 0,001486 euros: es una de las aguas más baratas de España. ¡Por menos de lo que cuesta un periódico puedes disponer de más de mil litros del agua! Realmente, el dinero que pagas por ella es para costear los gastos de los procesos a los que el agua es sometida para llevarla con la mejor calidad y condiciones a tu hogar. El agua como tal, no se paga.

La labor de Canal de Isabel II

El agua de Madrid no solo destaca por que su precio, según AEAS, sea 25 % inferior a la media del país. También sobresale por su color, calidad y sabor. Estas cualidades tan distintivas se logran porque nuestros embalses están asentados sobre terrenos graníticos, lo que favorece un sabor más agradable a nuestro paladar. Y también porque una vez captada, es tratada por nuestros profesionales y sometida a un control permanente y exhaustivo: anualmente tomamos más de 3 millones de muestras de agua y realizamos más de 21 millones de controles analíticos.

Con nuestras políticas de aprovechamiento y gestión del agua, en Canal trabajamos para que el desperdicio de este bien sea el mínimo posible y para que pueda tener múltiples vidas. Por ejemplo, gracias a nuestros procesos de regeneración del agua depurada, logramos que las aguas residuales, una vez saneadas, puedan ser aprovechadas para otros usos como el riego de jardines, parques y campos de golf, o para el baldeo de calles.

Entre todos es posible

Aunque la responsabilidad recaiga principalmente sobre gobiernos y administraciones, cada gesto cotidiano, por muy pequeño que sea, es de gran ayuda.

Estos son algunos que puedes implementar en tu vida diaria para ahorrar agua:

• Evita las duchas excesivamente largas y cierra el grifo mientras te enjabonas.

• Cierra levemente la llave de paso y utiliza economizadores en tus grifos.

• Utiliza el programa “eco” en electrodomésticos que empleen agua, como el lavavajillas y la lavadora. Y, sobre todo, acuérdate de ponerlos a carga completa.

• No tires colillas, toallitas, chicles ni otros productos que no sean papel higiénico al inodoro.

En general, hacer un uso responsable del agua entre todos puede marcar una gran diferencia y ayudar a preservar nuestro bien más valioso.

Y tú, ¿habías pensado alguna vez en el verdadero valor del agua?, ¿qué haces en tu día a día para ahorrarla y protegerla?