En Canal de Isabel II gestionamos un recurso natural escaso e indispensable para la vida: el agua. Así que no debe sorprender si decimos que el medio ambiente está presente en nuestros genes, que es el eje vertebrador de nuestra actividad. La protección medioambiental forma parte de nuestra misión como empresa, por eso no podíamos dejar pasar este 5 de junio sin hacer un pequeño guiño al día que hoy se conmemora: el Día Mundial del Medio Ambiente.

Desde que nacimos como empresa, siempre hemos puesto un empeño especial en que nuestros procesos enarbolen la bandera de la sostenibilidad. Por eso, optimizamos el uso de recursos naturales, energéticos y de materias primas. Y, por supuesto, adoptamos medidas preventivas para contribuir a la conservación del entorno y, en especial, de las masas de agua. Pero ¿cuáles son exactamente esas acciones que llevamos a cabo? Repasemos brevemente algunas de ellas.

•    Objetivo ríos sanos: depuramos tanta agua como para llenar más de 400 Bernabéus al año

Imaginaos el estadio Santiago Bernabéu lleno de agua hasta rebosar. Pues bien, con toda el agua residual que depuramos anualmente podríamos llenarlo 444 veces. Es una de nuestras tareas esenciales: salvaguardar a los ríos de la contaminación y devolverles el agua en las mejores condiciones.
Somos responsables de la depuración de las aguas residuales que generan más de 6 millones de madrileños y las industrias de la región. Por eso, el pasado año saneamos y vertimos a los cauces 444,25 hectómetros cúbicos de agua depurada, cumpliendo con los parámetros exigidos. 

Muchas veces, incluso superándolos. En algunas de nuestras instalaciones sometemos al agua depurada a un tratamiento adicional que incrementa su calidad y, en consecuencia, la de los ríos donde se vierte. Además, esta agua depurada de especial valor, a la que llamamos regenerada, puede emplearse en usos no relacionados con el consumo humano, como el riego de zonas verdes o campos de golf. De esta forma, evitamos consumir agua potable y preservamos el recurso natural.

•    Economía circular: les damos una nueva vida a muchos de los residuos que se generan en los procesos del ciclo del agua

Por la particularidad de nuestra labor y las características de los procesos que realizamos, tenemos que lidiar con una gran cantidad de residuos y subproductos en nuestras instalaciones. Lejos de ser un problema, para nosotros es una oportunidad. El objetivo es reutilizarlos, reciclarlos, revalorizarlos.

Por ejemplo, el pasado año en nuestras depuradoras llegaron a generarse más de 425.000 toneladas de lodos que, una vez deshidratados y estabilizados, se convirtieron en 96.000 toneladas de materia seca aprovechable. 

De esas toneladas, 64.000 tuvieron una aplicación agrícola directa como fertilizante, algo más de 3.000 se compostaron y unas 29.000 fueron sometidas a un proceso de secado térmico. Este último no solo permite secar estos lodos para producir abono o compost, sino que también, durante el proceso de secado, se genera energía eléctrica que cubre la propia demanda energética de la planta donde se seca. El excedente se entrega a red. Gracias a estas instalaciones de tratamiento de fangos, el porcentaje de lodos valorizados en 2019 fue del 57 %. El reto es llegar al 70 % en 2022.  

•    Rumbo a la descarbonización: en 2019 evitamos la emisión de unas 26.000 toneladas de CO2 gracias a la generación de energía limpia en nuestras instalaciones

Somos la empresa líder de nuestro sector, y de la Comunidad de Madrid en general, en producción de energía renovable y de alta eficiencia, con un parque instalado que supera los 100 megavatios. El año pasado superamos nuestro récord histórico de electricidad generada, con 363,9 millones de kilovatios hora, el equivalente al 77 % de nuestro consumo total. 

Este aprovechamiento energético que hacemos en Canal es una de nuestras mejores armas contra el cambio climático, puesto que nos permite mitigar las emisiones de dióxido de carbono a la atmósfera. No en vano, el año pasado nuestra generación de energía limpia logró evitar la emisión de unas 26.000 toneladas de CO2. Pero queremos llegar más lejos.

Entre nuestros planes de futuro hay un objetivo ambicioso: convertirnos en la primera empresa europea del ciclo integral del agua en ser plenamente autosuficiente desde el punto de vista energético. 

Desde la energía hidráulica a la fotovoltaica, pasando por la cogeneración con biogás o, incluso, la energía geotérmica, hemos doblado nuestra apuesta por las energías renovables para conseguir una meta importantísima con el medio ambiente: lograr ese 100 % de autoconsumo con fuentes de energía limpia o de alta eficiencia. 

En definitiva, ninguna política medioambiental puede obviar el cuidado del agua y, por tanto, ningún paso de nuestra actividad puede dejar de lado el medio ambiente. Reducir, reutilizar y reciclar los residuos; poner en marcha acciones de economía circular; generar energía renovable durante nuestros procesos, o trabajar para lograr un consumo más responsable del agua son solo algunas de las acciones con las que compaginamos nuestra gestión del ciclo integral del agua con el cuidado medioambiental. Porque cuidando el agua, cuidamos de todos y de todo.